Tras conocerse la muerte del papa Francisco, ocurrida este lunes a los 88 años, el expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica expresó su pesar y destacó la dimensión humana, política y religiosa del pontífice. En conversación con Ámbito, reflexionó sobre su figura y el impacto de su legado tanto en la Iglesia como en el mundo contemporáneo.
Para Mujica, Jorge Bergoglio representó mucho más que un líder espiritual: fue un hombre que defendió con firmeza sus convicciones personales. “Se acaba de ir toda la historia de un hombre religioso comprometido con su manera de pensar y de sentir”, afirmó, dejando en claro que el papa no se limitó a un papel ceremonial o neutral, sino que llevó adelante una tarea profundamente comprometida desde su visión del mundo y su fe.
El exmandatario destacó también el lugar de origen de Francisco, recordando que era un hombre del Río de la Plata. En ese sentido, remarcó que con su fallecimiento “acaba de cerrar su ciclo” y reconoció la impronta solidaria que dejó su papado. “Realmente presentó una cara de rescate del viejo cristianismo, en su sentido solidario, tratando de no olvidar jamás el mensaje positivo hacia los sectores más débiles de la sociedad”, valoró.
En comparación con los papas anteriores, Mujica sostuvo que el paso de Francisco por la historia eclesiástica dejó una huella única: “Han muerto muchos Papas. Pasa el tiempo… Tienen una verdadera escalera. Este compone un escalón que no debería ni olvidar ni el mundo cristiano, ni el mundo en general que está sepultado en sus brutales contradicciones de clase y a veces se olvida de las más elementales consideraciones humanas”.
Desde su perspectiva, recordar al pontífice argentino no solo debe implicar una mirada desde la fe, sino también desde una visión política y social, por la forma en que enfrentó las desigualdades del mundo contemporáneo. Mujica lo definió como un referente que puso el foco en las injusticias estructurales: “No es solo una postura que se puede tener desde el punto de vista religioso. Es también una postura política frente al reparto de bienes y a la cantidad de dificultades que enfrentan los sectores más débiles de nuestra sociedad. Honor y jamás olvido a este señor Papa, que ha tenido por encima de todo una formidable causa humana para vivir”.
Finalmente, evocó el último encuentro que tuvo con Francisco, que ocurrió en octubre de 2024, y dejó entrever la admiración y el afecto que le tenía. “Era muy amable y yo que no soy militante creyente, realmente me consideré un privilegiado negociante de la amistad y diría más, en el compañerismo de este Papa”, comentó Mujica, quien además resaltó que el papa “no pasó por la vida como un neutral. Siempre se comprometió con las mejores posiciones frente a las contradicciones que padece el género humano. Por eso, honor y memoria”.
