Durante la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), un evento que reúne a los sectores más radicales de la derecha estadounidense y que este año contó con la participación de Javier Milei, el ideólogo y propagandista Steven Bannon generó controversia al realizar un gesto que evocó el saludo nazi. El hecho ocurrió en National Harbor, Maryland, al finalizar un discurso en el que Bannon arengó a sus seguidores y a los partidarios de Donald Trump con un tono beligerante. “La única manera de que ellos ganen es que retrocedamos. Y no vamos a retroceder, no nos vamos a rendir, no vamos a abandonar. Peleen, peleen, peleen”, exclamó con vehemencia, culminando su arenga con un “amén” y el polémico levantamiento de brazo.
Este gesto de Bannon no es aislado, sino que parece seguir la línea de un controvertido ademán realizado previamente por Elon Musk. Durante un mitin en enero, celebrado con motivo de la investidura de Donald Trump, Musk hizo un movimiento similar, aunque posteriormente defendió su acción, calificando de “truco sucio” cualquier comparación con Adolf Hitler. Sin embargo, la repetición de este tipo de gestos en círculos cercanos a Trump ha despertado críticas y preocupación, especialmente por su similitud con símbolos históricos asociados al nazismo.
La polémica se enmarca en un contexto en el que figuras prominentes de la extrema derecha estadounidense, como Bannon, buscan movilizar a sus bases con mensajes combativos y simbología cargada de significado. Este incidente, sumado a la participación de personalidades internacionales como Milei, refleja la intensificación de un discurso polarizador y la adopción de tácticas que buscan galvanizar a los seguidores más radicales del trumpismo, incluso a costa de generar divisiones y controversias públicas.