Un violento estallido sacudió este martes el área de un centro comercial en Guayaquil, la ciudad más grande de Ecuador, provocando la muerte de un taxista y dejando a otras dos personas heridas, además de causar daños considerables en edificios cercanos, incluidos hoteles, oficinas y comercios. La explosión se produjo alrededor de las 18:30 hora local y, según informaron las autoridades, tuvo su origen en una camioneta que se estaba incendiando.
El coronel Martín Cucalón, jefe de Bomberos de Guayaquil, confirmó la muerte del conductor del taxi y detalló que los lesionados fueron trasladados a un hospital cercano, mientras la Policía se encargaba de evacuar de manera preventiva a todas las personas que se encontraban en la zona afectada. Por su parte, el mayor Jorge Montanero, a cargo de la división de rescate de Bomberos, afirmó que aún no se puede descartar que se trate de un coche bomba, ya que “un coche normal no explota de esta forma”, y destacó que habrá que esperar el informe final de la Policía.
El gobernador de Guayas, Humberto Plaza, calificó el hecho como “terrorismo puro y duro” y aseguró que las autoridades buscarán a los responsables para que sean procesados por este delito. Tras una inspección inicial, la Policía encontró cartuchos de dinamita que habrían sido utilizados para ejecutar la explosión controlada, lo que confirma la intencionalidad del acto.
Este incidente no es aislado: en menos de un mes, Guayaquil ha registrado otro estallido de vehículo, ocurrido el 26 de septiembre frente a la Cárcel Regional, aunque sin víctimas fatales, y el 9 de octubre la Policía desactivó explosivos adheridos a una bombona de gas hallada en un automóvil frente a la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande y peligrosa del país.
La fuerza de la detonación del martes fue tal que los vidrios de oficinas y del centro comercial cercano quedaron cuarteados. Fernando Cornejo, presidente de la empresa municipal Segura, explicó que las cámaras de videovigilancia detectaron la salida de dos vehículos desde la Cooperativa San Francisco, ubicada frente al complejo penitenciario, aunque solo uno de ellos explotó. Además, señaló que hay indicios de que otros dos vehículos con explosivos podrían estar en la zona, por lo que la Policía inició un operativo exhaustivo revisando cada automóvil en el área financiera y comercial para prevenir nuevas explosiones.
Este tipo de episodios se enmarca en un contexto de creciente violencia en Ecuador, que desde 2024 enfrenta un “conflicto armado interno” declarado por el presidente Noboa contra bandas delictivas catalogadas como “terroristas”. La escalada de violencia ha convertido al país andino en uno de los de mayor índice de homicidios de Latinoamérica. En 2025, durante el primer semestre, se registraron 4.619 homicidios, un aumento del 47 % respecto al mismo período de 2024, cuando se contabilizaron 3.143 asesinatos, reflejando la profundización de la crisis de seguridad.