La vida de Alejandra “Locomotora” Oliveras, reconocida ex campeona mundial de boxeo y actual integrante de la Convención Constituyente de Santa Fe, atraviesa un momento sumamente delicado. Esta vez, el combate no se libra en un ring, sino en el ámbito médico, donde enfrenta un estado crítico de salud tras haber sufrido un accidente cerebrovascular isquémico que afectó gravemente su movilidad y le ocasionó una parálisis en todo el lado izquierdo de su cuerpo.
Desde el Hospital José María Cullen, donde permanece internada, las autoridades sanitarias confirmaron que su situación continúa siendo de extrema gravedad. El director del establecimiento, Bruno Moroni, brindó detalles sobre el estado clínico de Oliveras y remarcó que, aunque su condición se mantiene estable, aún no se pueden hacer pronósticos firmes. “Estamos transitando una fase muy crítica. La evolución de este tipo de cuadros puede presentar variaciones en cualquier momento”, señaló el médico. Pese a ello, aclaró que, al menos hasta el momento, la paciente no ha necesitado ser conectada a un respirador, lo cual representa un dato alentador dentro de un escenario preocupante. A pesar de su estado confusional y de los signos neurológicos persistentes, se mantiene sin asistencia mecánica respiratoria.
El episodio de salud ocurrió durante la mañana del lunes, cuando Oliveras comenzó a sentirse descompuesta en su vivienda y fue rápidamente trasladada por su entorno al nosocomio santafesino. Una vez allí, los estudios confirmaron el diagnóstico de ACV isquémico, derivado de una obstrucción en una arteria cerebral. Lo que ha sorprendido al equipo médico es que, hasta ahora, la exboxeadora no contaba con antecedentes clínicos vinculados a enfermedades cardiovasculares ni con factores de riesgo identificables, como hipertensión, diabetes o tabaquismo, lo cual genera incertidumbre adicional sobre las causas que pudieron desencadenar este grave episodio.
Más allá de las consecuencias personales, este evento ha tenido un fuerte impacto también en la arena política local. La ausencia de Oliveras se hizo notar en el reciente inicio de las sesiones de la Convención Constituyente de Santa Fe, un proceso institucional crucial que podría modificar aspectos fundamentales de la Constitución provincial, entre ellos, la posibilidad de permitir la reelección del actual gobernador, Maximiliano Pullaro. Su silla vacía en este momento tan simbólico subraya el peso de su figura y la conmoción que su estado de salud ha generado entre colegas y ciudadanos.
Alejandra Oliveras, quien colgó los guantes en 2019 tras una exitosa carrera en el boxeo internacional, había iniciado un nuevo camino en la política dos años después, en 2021, postulándose como candidata a diputada nacional. Luego, tuvo un breve paso por el Ministerio de Seguridad durante la gestión de Patricia Bullrich. En abril de 2025, fue elegida convencional constituyente con un respaldo importante del electorado, obteniendo el 5,6% de los sufragios, lo que consolidó su proyección dentro del ámbito público.
Conocida por su espíritu combativo, su fortaleza física y mental, y su historia de superación en el deporte, hoy la “Locomotora” se enfrenta a una batalla completamente distinta: una lucha silenciosa por su recuperación. Su situación actual genera preocupación y solidaridad tanto en el ámbito político como en el deportivo, donde su nombre siempre fue sinónimo de garra, perseverancia y coraje. Ahora, más que nunca, su figura representa una esperanza de resistencia frente a la adversidad.