El caso del asesinato de Susana Montoya, viuda de Ricardo Fermín Albareda, un subcomisario de la Policía de Córdoba que militaba en el ERP, dio un giro inesperado cuando su hijo, Fernando, militante de HIJOS, fue arrestado como el principal sospechoso del crimen.
La investigación se llevó a cabo con gran discreción. El fiscal Juan Pablo Klinger decidió detener a Fernando tras surgir sospechas sobre su entorno. Un detalle relevante fue que no se encontraron signos de entrada forzada en la casa de Montoya. Fernando, empleado de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, fue quien descubrió el cuerpo de su madre en el patio y llamó a la Policía. En una pared cercana al cuerpo, había un mensaje escrito con labial rojo que decía: “Los vamos a matar a todos. Ahora vamos por tus hijos #Policía”.
Esta amenaza fue clave para avanzar en la investigación. Un informe preliminar del Área de Grafocrítica de la Policía Judicial reveló que la escritura del mensaje coincidía con la de amenazas recibidas por Fernando en diciembre de 2023. En ese momento, Fernando había denunciado la aparición de carteles amenazantes en la puerta de su casa, que incluían mensajes como: “Sos hijo de terrorista” y “Te vamos a juntar con tu papito”, acompañados por seis balas calibre .22.
Las pruebas sugieren que tanto el mensaje en la escena del crimen como los carteles intimidantes fueron escritos por la misma persona: Fernando Armando Albareda. Aunque aún se espera la pericia definitiva, la evidencia llevó a la detención de Fernando, quien fue trasladado al penal de Bower. El fiscal Klinger planea interrogarlo por el delito de homicidio agravado por el vínculo.
La Unidad Judicial de Homicidios, la Brigada de Investigación de Homicidios, y varios gabinetes científicos de la policía judicial de Córdoba colaboraron en la investigación.
El comunicado inicial sobre el crimen fue breve, informando que se había encontrado sin vida a una mujer en una vivienda. Más tarde, se detalló que Montoya, de 74 años, fue hallada sin signos vitales en su casa en el barrio Ampliación Poeta Lugones. Un servicio de emergencias confirmó su muerte, y se informó que se investigaban las circunstancias del hecho, bajo la dirección del fiscal Klinger.
La autopsia preliminar indicó que Montoya murió debido a un traumatismo de cráneo causado por un golpe fuerte en la cabeza, combinado con asfixia mecánica por estrangulamiento. Se estima que el asesinato ocurrió entre la noche del jueves y la mañana del viernes, cuando su cuerpo fue encontrado en el patio de su hogar.
En marzo de este año, la familia de Ricardo Fermín Albareda recibió un reconocimiento del Estado, que incluía un resarcimiento económico por los salarios caídos debido a su militancia en el ERP. Montoya era una de las beneficiarias de este dinero, que estaba programado para acreditarse en los días siguientes a su muerte.
