En medio de un clima cada vez más tenso entre el gobierno y el periodismo, Baby Etchecopar volvió a manifestarse en contra del oficialismo libertario. Esta vez, lo hizo a través de su cuenta en la red social X (ex Twitter), donde denunció: “El gobierno de Milei persigue a la prensa”. Su declaración surgió tras un nuevo episodio de hostigamiento digital, cuando el influencer afín al oficialismo conocido como Gordo Dan solicitó abiertamente que el presidente Javier Milei ordenara el encarcelamiento del reconocido conductor radial.
La controversia se inició a raíz de una publicación del propio Gordo Dan realizada el 30 de abril, donde sugirió que Milei debería “meter preso a algún periodista por decreto, como hizo Alfonsín”. El polémico mensaje aludía al decreto 2049 que fue firmado por el expresidente Raúl Alfonsín en 1985 durante un período de estado de sitio. En aquel momento, esa normativa se utilizó para detener a militares y civiles implicados en un presunto intento de golpe de Estado. Sin embargo, el influencer libertario trasladó ese antecedente al presente con fines provocativos, sin considerar el contexto histórico ni legal que diferencian los escenarios.

Esa comparación fue duramente cuestionada por Baby Etchecopar, quien expresó su rechazo y encendió así la mecha de una nueva escalada discursiva. Lejos de atenuar el conflicto, Gordo Dan redobló la apuesta. En un nuevo mensaje en redes sociales, esta vez apuntó directamente contra el conductor: “Javo meté en cana a Baby por favor”, escribió, apelando a un tono burlón pero con una carga simbólica clara. Así, Etchecopar dejó de ser un simple crítico del oficialismo para convertirse en objetivo explícito dentro del universo digital que respalda al presidente.
Este episodio se suma a una serie de manifestaciones preocupantes por parte del mandatario argentino hacia el periodismo. En las últimas semanas, Javier Milei ha intensificado sus críticas a los medios y periodistas, al punto de escribir en sus redes: “no odiamos lo suficiente a los periodistas”. Además, los acusó de manipular sus intervenciones en la vía pública con el fin de victimizarse y generar impacto mediático. En esa misma línea, Gordo Dan también propuso detener a otras figuras del ámbito público como el economista Roberto Cachanosky y el periodista Luis Novaresio, dejando en evidencia una tendencia a criminalizar voces disidentes desde ciertos sectores del oficialismo digital.
Durante el Día del Trabajador, el jefe de Estado volvió a arremeter contra el gremio periodístico. A través de un posteo en redes sociales, compartió un texto de autor no identificado que sostenía que los cronistas “empujan, pisan y hasta salivan” a las personas que intentan entrevistar. El mensaje incluso afirmaba que los periodistas reciben entrenamiento específico para generar provocaciones que puedan desatar reacciones violentas.
La actitud del presidente ha sido especialmente agresiva en los últimos días. No sólo ha lanzado acusaciones generales, sino que también ha nombrado a periodistas de forma directa. Entre los blancos de sus ataques se encuentran comunicadores como Diego Brancatelli, Nacho Girón, Carlos Pagni y Paulino Rodríguez. Además, se conoció recientemente un caso de violencia verbal y física que sufrió el periodista Roberto Navarro mientras realizaba su trabajo en la calle, hecho que se enmarca en un clima de creciente hostilidad hacia la labor de la prensa.

