La llegada del teniente general Carlos Presti al frente del Ministerio de Defensa marcó un punto de quiebre dentro de la política nacional, ya que Javier Milei decidió apartarse de una práctica que se mantenía intacta desde el retorno de la democracia en 1983: por primera vez en cuatro décadas, el área quedará bajo control de un militar en actividad o de formación estrictamente castrense, desplazando al diputado electo de La Libertad Avanza, Luis Petri, quien inicialmente estaba destinado al cargo.

El nuevo ministro, un oficial con una trayectoria extensa dentro del Ejército, acumuló responsabilidades de alto nivel a lo largo de su carrera. Entre ellas se destacan su conducción de la IV Brigada Aerotransportada, su paso como jefe del Regimiento de Asalto Aéreo 601, la dirección del Colegio Militar de la Nación en El Palomar y, recientemente, su desempeño como jefe del Estado Mayor General del Ejército, puesto al que había sido promovido por el propio Milei tras asumir la Presidencia.
Después de conocerse su incorporación al gabinete nacional, Presti utilizó su cuenta de X para expresar públicamente su reconocimiento hacia quienes posibilitaron su nombramiento. Allí escribió: “Gracias Presidente Javier Milei por elegirme para este nuevo desafío y gracias Ministro Luis Petri por la confianza en estos dos años”. Con ese mensaje buscó dejar en claro su gratitud tanto hacia el mandatario como hacia el ministro saliente, a quien se atribuye haber impulsado su designación.
En cuanto a la línea de acción que piensa adoptar en el Ministerio, Presti dejó expuesto que sus objetivos están alineados con la visión geopolítica del Gobierno libertario, fuertemente influenciada por la estrategia internacional del expresidente estadounidense Donald Trump. En ese marco, enfatizó que “las Fuerzas Armadas tienen y deben estar a la altura del nuevo rol protagónico que la Argentina tendrá en el mundo de la mano del Presidente Milei”, subrayando la expectativa oficial de reposicionar al país en la escena global.
El recorrido de Presti
Presti nació el 23 de junio de 1966 en la Ciudad de Buenos Aires y construyó su carrera desde los primeros escalones del Colegio Militar, donde obtuvo el grado de subteniente de infantería y formó parte de la promoción 118. Con el paso de los años ocupó puestos de conducción dentro de unidades de elite y también integró contingentes argentinos en misiones de paz en Haití, reforzando su experiencia en operaciones internacionales.
Su desempeño no se limitó al ámbito local. Durante el gobierno de Mauricio Macri, representó al país como agregado militar en la embajada argentina en Guatemala, una función diplomática que además abarcó responsabilidades sobre El Salvador, Honduras y Nicaragua.

Cuando Milei llegó al poder, decidió promoverlo a la jefatura del Estado Mayor General del Ejército mediante decreto, lo que implicó un profundo reordenamiento interno dentro de la fuerza: más de una veintena de generales con mayor antigüedad fueron retirados para permitirle asumir esa posición de mando.
Ahora, ese mismo oficial —cuya carrera se consolidó tanto en roles operativos como institucionales— quedó al frente del Ministerio de Defensa, en una decisión que ya genera debates por el giro histórico que representa dentro de la conducción civil de las Fuerzas Armadas en la Argentina.
