En el barrio de Caballito, en la Ciudad de Buenos Aires, agentes de la Policía lograron detener a un individuo de 38 años, ampliamente conocido por su prontuario delictivo. Este sujeto, identificado como Leandro Emmanuel Estigarribia, había cobrado notoriedad pública en los últimos días tras protagonizar un robo que se viralizó en redes sociales por la particularidad de su accionar: se lo apodó “El ladrón respetuoso” por llevar a cabo un asalto con modales inusuales y sin recurrir a la violencia verbal. En el video que circuló ampliamente, se lo ve actuando con calma y cortesía dentro de un local comercial del barrio porteño de Villa Crespo.
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos, el episodio más reciente ocurrió cuando Estigarribia ingresó a un comercio de ropa interior ubicado sobre la Avenida Corrientes al 4700. En las imágenes captadas por las cámaras de seguridad se puede ver cómo saluda tranquilamente a la empleada y anuncia el asalto con estas palabras: “Hola, con todo respeto, vengo a robar”. Sin levantar la voz y con gestos que sugerían estar armado, aunque sin mostrar ningún arma, el delincuente intentó tranquilizar a la trabajadora y le pidió que se retirara al fondo del local “para evitar que la situación empeorara”.
Durante ese robo, el hombre se llevó 150.000 pesos en efectivo, varias prendas del local y también el teléfono celular de la joven que atendía en ese momento. Pese a que no hubo agresión física directa, la situación dejó profundamente afectada a la empleada, quien prefirió no regresar a su puesto de trabajo durante los días siguientes. El dueño del comercio, por su parte, expresó su asombro por la serenidad con la que actuó el ladrón, y aseguró que “parecía tener un posgrado en robos”.
La investigación para dar con Estigarribia se intensificó luego de este episodio. La Policía lo ubicó finalmente no por ese robo en particular, sino tras cometer otro hecho delictivo en el barrio de Parque Centenario, donde un joven de 16 años denunció que le habían sustraído su celular. La víctima relató que un hombre lo había intimidado y robado el teléfono, el cual tenía activada la función de rastreo por GPS. Gracias a la colaboración del padre del adolescente, que facilitó la ubicación del dispositivo, los agentes de la División Motorizada de la Comuna 6 pudieron localizar al sospechoso durante un patrullaje.
Una vez arrestado, las autoridades confirmaron que se trataba del mismo individuo que días atrás había protagonizado el robo “con modales” en Villa Crespo. El detenido fue trasladado a una comisaría cercana y quedó bajo la órbita de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional, a la espera de que avance el proceso judicial.
Además, se supo que Estigarribia no es un desconocido para el sistema penal argentino. Su historial delictivo se remonta al año 2010, cuando intentó asaltar a un hombre que resultó ser integrante de la Infantería de la Policía Federal. Por aquel hecho, fue condenado a cuatro meses de prisión por el Tribunal Nº 23. Desde 2014, acumula al menos once detenciones por delitos como robo, hurto, intentos de robo, e incluso robos agravados en banda o mediante intimidación.
Curiosamente, a lo largo de los años, también ha tenido empleos registrados en blanco. Se desempeñó como portero de edificios, trabajó en el ámbito gastronómico y también realizó tareas menores en instituciones penitenciarias, contratado por el propio Servicio Penitenciario Federal.
A pesar de la cortesía que intentó mostrar en su último delito viral, el prontuario y la reincidencia de Estigarribia revelan una conducta delictiva persistente que lo mantiene, una vez más, bajo la lupa de la Justicia.
