Un caso de enorme gravedad y con características estremecedoras sacude a la comunidad de Juan José Castelli, en el noroeste chaqueño. Allí, una niña de tan solo 11 años dio a luz a un bebé que estuvo varias horas desaparecido, lo que generó conmoción y la inmediata intervención de la justicia y las fuerzas de seguridad.
De acuerdo con las primeras informaciones aportadas por la prensa local, los padres de la menor la trasladaron a un hospital bajo el argumento de que había sufrido un aborto. Sin embargo, la atención médica permitió constatar que no se trataba de una pérdida, sino que efectivamente había tenido un parto y que el recién nacido estaba con vida. Ante esa contradicción, y tras la denuncia de los profesionales de la salud que intervinieron en la asistencia de la niña, se desplegaron operativos policiales que incluyeron allanamientos en el domicilio familiar. En un primer momento, lo único hallado fueron trapos ensangrentados, sin rastros del bebé.
La búsqueda del recién nacido se prolongó durante más de 20 horas y terminó con un hallazgo desesperante: el pequeño fue encontrado abandonado a la intemperie, con signos vitales débiles y una temperatura corporal muy baja. Fue trasladado de urgencia a un centro de salud, donde permanece internado en la unidad de cuidados intensivos neonatales con pronóstico reservado y riesgo de vida.
A partir de estos hechos, varias personas fueron detenidas, entre ellas los padres de la niña, quienes quedaron bajo investigación por presunto encubrimiento. La Unidad de Protección Integral (UPI) de Castelli intervino de manera inmediata y continúa trabajando en coordinación con la fiscalía y el juzgado para esclarecer lo sucedido.
Según relató el Diario Norte, el médico Walter Romero fue uno de los primeros en advertir la gravedad del caso. Mientras se encontraba de guardia en el Hospital Bicentenario, cerca de las seis de la mañana recibió a la niña con un cuadro de «sangrado ginecológico». Tras ser sedada para su evaluación, el especialista constató la existencia de desgarros genitales y restos ovulares, compatibles con un aborto incompleto y con la posibilidad de un abuso sexual. En consecuencia, procedió a realizar las suturas correspondientes y a formular la denuncia legal.
Siguiendo las órdenes del fiscal a cargo, se concretó un allanamiento en la vivienda familiar, donde se secuestraron elementos clave para la investigación, entre ellos una sábana, un pantalón y una toallita con manchas de sangre, que fueron remitidos a peritajes para determinar su origen y relevancia en la causa.
En paralelo, la madre de 37 años y el padre de 36 quedaron detenidos bajo la acusación inicial de encubrimiento, mientras que la justicia también dispuso custodia policial tanto para el bebé en Neonatología como para la menor internada en Obstetricia. La causa, además, avanza bajo la carátula de “supuesto abuso sexual”, con la participación de la Asesoría de Menores, el Juzgado de Familia N°2 y la UPI Castelli, organismos que trabajan de manera conjunta para garantizar la protección de la niña y esclarecer las responsabilidades en este dramático episodio.