Una misa fue celebrada en las afueras de la guardia del Hospital Ramos Mejía, en el barrio porteño de Balvanera, en favor de la salud de Pablo Grillo, el fotógrafo gravemente herido en la cabeza por un cartucho de gas lacrimógeno disparado por las fuerzas de seguridad durante la violenta represión que tuvo lugar en el Congreso, contra jubilados y hinchas de clubes de fútbol.
La ceremonia comenzó a las 19 horas, y reunió a familiares, amigos y representantes de diversas organizaciones políticas. El ambiente estaba marcado por la tristeza y la tensión, ya que todos aguardaban un nuevo informe médico sobre el estado de salud de Grillo.
