A pesar de que este miércoles es feriado en conmemoración del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, un grupo de jubilados decidió salir nuevamente a las calles para manifestarse frente al Congreso de la Nación. Como ya ha ocurrido en semanas anteriores, el edificio amaneció completamente cercado con vallas de seguridad, una medida implementada de manera recurrente por las fuerzas policiales para contener las protestas. Además de esta barrera metálica, se desplegaron efectivos de seguridad preparados para intervenir en caso de que los manifestantes intenten avanzar con la movilización.
El reclamo central de los jubilados sigue siendo el mismo: exigen al Gobierno nacional un incremento en sus haberes previsionales y la restitución de los medicamentos gratuitos, un beneficio que consideran esencial para su bienestar.
Esta jornada de protesta coincide con la polémica generada por el discurso del presidente Javier Milei durante el acto oficial por el 43° aniversario del conflicto bélico en el Atlántico Sur. En este contexto, se espera que, además de los jubilados, se sumen a la manifestación excombatientes de Malvinas, veteranos de guerra y distintas organizaciones sociales que buscan visibilizar sus propios reclamos.
Uno de los manifestantes expresó su indignación ante la decisión del Gobierno de no permitir la presencia de excombatientes en el acto conmemorativo, que se llevó a cabo a puertas cerradas. “Me voy con una gran amargura porque no dejaron ingresar a los veteranos de Malvinas. Es una falta de respeto que duele profundamente, porque la causa Malvinas es algo que nos toca a todos los argentinos. Parece que Milei no tiene corazón”, declaró Manuel, quien además enfatizó que la lucha de los jubilados no solo es por una mejora en sus ingresos, sino también por aquellos pacientes oncológicos que han visto interrumpido el acceso a sus tratamientos debido a la falta de medicamentos.
Por otro lado, otro de los asistentes a la movilización relató un episodio de violencia que vivió en una protesta anterior. Según explicó, la semana pasada fue víctima de represión policial mientras participaba en la marcha. “Me tiraron gas lacrimógeno de manera brutal. Pero si el Gobierno, Patricia Bullrich y sus fuerzas de choque creen que nos van a intimidar, están equivocados. Así tenga que venir en silla de ruedas o con muletas, voy a seguir protestando. No nos van a doblegar, somos personas mayores, tenemos memoria y conocemos bien la historia del pueblo argentino”, sentenció con determinación.
La manifestación de los jubilados y el refuerzo del operativo policial en las inmediaciones del Congreso reflejan un clima de tensión creciente, en un escenario donde la disputa entre los sectores más vulnerables y las políticas gubernamentales se vuelve cada vez más evidente.
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