En medio de una serie de ajustes que afectan gravemente al sistema de salud, incluyendo despidos masivos y recortes a programas preventivos esenciales, diversas organizaciones han convocado para el próximo jueves 27 de febrero a la Marcha Federal en Defensa de la Salud Pública y la Vida. El epicentro de esta movilización será la Plaza de Mayo, en la Ciudad de Buenos Aires, donde se elevarán los reclamos contra las políticas de vaciamiento impulsadas por el gobierno de Javier Milei. La protesta también se replicará en distintas partes del país, con cacerolazos y otras acciones de visibilización.
La organización de la marcha está encabezada por el Frente en Defensa de la Salud Pública, y cuenta con el apoyo de trabajadores del Ministerio de Salud, así como de hospitales emblemáticos como Bonaparte, Posadas y Garrahan. Además, participan seccionales de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (CICOP), diversas organizaciones de pacientes, la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad, y Mamá Cultiva, entre otras agrupaciones. Se sumaron también el Movimiento Cannábico Nacional, la Federación Argentina LGBT+, la Asamblea Antifascista y el Frente Nacional por la Salud de Personas con VIH, Hepatitis y Tuberculosis, junto con sociedades científicas, organismos de derechos humanos y otros sectores solidarios.
Según explicaron los organizadores en un comunicado, el objetivo principal de esta movilización es denunciar el vaciamiento del sistema de salud pública, lo que incluye los despidos de cientos de trabajadores, la precarización laboral y la eliminación de programas esenciales. Estas medidas, subrayan, han dejado a miles de personas sin acceso a tratamientos médicos, poniendo en riesgo sus vidas y contribuyendo al aumento de enfermedades.
En Buenos Aires, la concentración inicial será en el Ministerio de Salud de la Nación a las 16:00 horas, desde donde se movilizarán hacia la Plaza de Mayo. Desde las 15:00, además, se llevará a cabo un ruidazo y una radio abierta en apoyo a la causa. Entre los motivos principales de la marcha se encuentran las políticas que afectan directamente el derecho a la salud, tales como los despidos masivos en el sector, el desfinanciamiento de programas clave y el cierre de áreas estratégicas del sistema de salud.
Los organizadores detallaron que los ajustes gubernamentales se han dado en múltiples direcciones dentro del sistema de salud, tales como la Dirección de Géneros y Diversidad, la Dirección Nacional de Recursos Físicos, la Dirección de Municipios y Comunidades Saludables, y la Dirección de Investigación en Salud, entre otras. También denunciaron el recorte en la Coordinación de Hepatitis Virales, la Dirección de Integración de Información Sanitaria y el Programa Nacional de Cuidados Paliativos del Instituto Nacional del Cáncer, todos los cuales han sufrido desguace y reducción de recursos.
Además, señalaron la precarización de las condiciones laborales de los trabajadores del sector, tanto médicos como personal de otras especialidades, afectando tanto a los que tienen contratos permanentes como a los residentes y aquellos con contratos temporales. Este recorte también ha incluido la reducción de insumos médicos y medicamentos, lo que ha generado graves consecuencias en los pacientes, privándolos de los recursos necesarios para salvar sus vidas.
La marcha también denuncia el avance de la descentralización del sistema de salud, el deterioro del Plan Nacional de Vacunación, y la pérdida de derechos sociales fundamentales, como el acceso a una alimentación adecuada y a una vivienda digna, que son esenciales para una salud integral.
Por todo esto, los organizadores hicieron un llamado a toda la comunidad para que se sume a esta movilización en defensa de un derecho fundamental: el derecho a una salud pública, gratuita y de calidad para todos. “Sumate y que nuestra voz se haga escuchar en cada rincón del país”, concluyeron.
