Cristina a Alberto:“Tenés que dejar de joder con las minas que traés acá, sos un paj… pero sos Presidente”

El 14 de septiembre de 2021, a las seis y media de la tarde, la Quinta de Olivos fue escenario de una tensa reunión entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández. La vicepresidenta, que había pactado el encuentro a través de intermediarios, llegó furiosa, habiendo dejado de comunicarse con el presidente por WhatsApp y Telegram hacía tiempo debido a su creciente desconfianza en él.

La reunión, que duró tres horas y media, estuvo dominada por las quejas y reproches de Cristina, quien responsabilizaba a Alberto por lo que consideraba un desastre político tras la derrota en las PASO legislativas, y por no haber tomado las medidas necesarias para mejorar la economía. Durante la conversación, la vicepresidenta se centró en la figura de Martín Guzmán, a quien tanto ella como su hijo Máximo Kirchner criticaban por su manejo de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y por sus roces con La Cámpora, lo que casi le costó el cargo tras un conflicto con Federico Basualdo, un subsecretario que militaba en la organización K.

Este tenso encuentro fue el preludio de un intento masivo de renuncias dentro del gabinete leal a Cristina, lo que casi provocó una ruptura definitiva entre ambos sectores del peronismo. Sin embargo, ambos siguieron adelante hasta 2023, aunque cada vez más debilitados por las constantes fricciones internas.

Aunque la mayor parte de la reunión se centró en cuestiones políticas y en la estrategia para las elecciones generales de noviembre, hubo un momento en el que Cristina lanzó un duro y directo reproche a Alberto sobre su vida privada. Fuentes que estuvieron activas en Olivos en ese momento recuerdan que la vicepresidenta le gritó al presidente: «Alberto, tenés que dejar de joder con las minas que traés acá, sos un pajero pero sos el Presidente. Empezá a controlar lo que hacés en tu vida privada porque todo el mundo lo sabe y nos va a causar problemas a todos».

Este reclamo de Cristina se produjo apenas un mes después de que se filtrara la famosa foto de la «Fiesta de Olivos», el cumpleaños de Fabiola Yañez que el presidente y la primera dama celebraron con amigos en plena cuarentena, el 14 de julio de 2020. Ese escándalo mediático fue otro motivo de fricción entre el kirchnerismo duro y Fernández, ya que el comportamiento de Fabiola, que tenía su propia agenda y muchas veces operaba de manera independiente al presidente, generaba tensiones dentro del gobierno. Desde el equipo de comunicación liderado por Juan Pablo Biondi, a quien Yañez mencionó en su denuncia, intentaron moderar el perfil de la primera dama, pero sin éxito.

Aunque fuentes del kirchnerismo y del entorno de Alberto coinciden en que Fabiola nunca mencionó haber sido víctima de violencia por parte del presidente, sí eran conocidas las frecuentes infidelidades de Fernández, lo que provocaba discusiones entre ambos. Estos comentarios circulaban tanto en Olivos como en la Casa Rosada, junto con las constantes insinuaciones de Fernández hacia funcionarias y periodistas.

Un incidente recordado por muchos es el de un importante empresario que contó que una empleada suya fue intimidada por una videollamada de medianoche en la que Fernández, desde su cama y sin camisa, intentó seducirla. Aunque la situación no escaló, este es solo un ejemplo de los comportamientos de Fernández que Cristina nunca le perdonó.