Luego de que el fiscal Diego Luciani pidiera una pena de 12 años de prisión para Cristina Kirchner al acusarla de ser jefa de una asociación ilícita y de fraude al Estado en la causa Vialidad, un grupo se acercó con cacerolas a los tribunales de Comodoro Py y en frente de la casa de la vicepresidenta en Recoleta en clima de celebración. Horas más tarde, la tensión escaló cuando los detractores y críticos la vicepresidenta se enfrentaron a la militancia kirchnerista que se apostó en el mismo lugar. “Energúmenos macristas”, apuntó la vicepresidenta Cristina Kirchner en su perfil de Twitter.
“Lo único que le faltaba a [Horacio] Rodríguez Larreta para ser [Mauricio] Macri: la policía de la ciudad reprimió con palos, gas pimienta y gases lacrimógenos a ciudadanos y ciudadanas que se acercaron a Juncal y Uruguay como muestra de apoyo frente a los insultos de un grupo de energúmenos macristas”, apuntó la vicepresidenta Cristina Kirchner en su perfil de Twitter.
Y siguió: “Jamás, ningún militante ni simpatizante de nuestro espacio político ha ido al domicilio de ningún dirigente macrista a insultarlos. Ni a la casa de Macri, ni a la de Rodríguez Larreta, ni a la de [Patricia] Bullrich o [María Eugenia] Vidal”.
En este sentido, Cristina apuntó contra quienes se acercaron a su domicilio a insultarla. “Son muy, pero muy violentos… y cuando son menos, la policía de Rodríguez Larreta se suma a la agresión contra mi persona”, dijo, y finalizó: “Nunca fueron ni serán democráticos”.