El mundo del espectáculo argentino está atravesando un profundo dolor por la reciente muerte de Alejandra Darín, quien falleció a los 62 años tras una prolongada lucha contra el cáncer. La noticia fue confirmada a través de un comunicado de la Asociación Argentina de Actores y Actrices, que lideraba Alejandra, quien fue descrita por la organización como una compañera querida. “Con un inmenso desconsuelo, despedimos a nuestra querida compañera”, expresaron en su mensaje de despedida, destacando su legado tanto en el ámbito artístico como en la defensa de los derechos laborales del colectivo artístico.

En sus últimos días, Alejandra estaba recibiendo cuidados paliativos, pero su impacto fue mucho más allá de su trabajo actoral. A lo largo de su carrera, se convirtió en una figura esencial en la lucha por los derechos de los trabajadores del arte, ejerciendo su influencia con un profundo compromiso social. La Asociación la describió como un símbolo de «lucha y ética», señalando que su legado quedará como bandera del gremio y marcará un hito en la cultura argentina.
Hermana menor del famoso actor Ricardo Darín, Alejandra dedicó más de 50 años de su vida al arte y la política, comenzando su carrera a una edad temprana. Su militancia la llevó a sumarse a la Asociación Argentina de Actores en 1973, y en 2011 asumió la presidencia de esta institución, cargo que mantuvo con devoción hasta su muerte, siendo reelegida en noviembre de 2024. Su carrera abarcó teatro, cine y televisión, participando en obras emblemáticas como Tierra del Fuego, Crimen y castigo, El evangelio de Evita y Un informe sobre la banalidad del amor. En la pantalla chica, fue parte de telenovelas populares como Dulce Ana, La extraña dama, Son amores y Poliladron. En cine, su talento brilló en películas como Samy y yo, Un minuto de silencio y Ni Dios, ni patrón, ni marido.
Alejandra nació el 19 de junio de 1962 y dejó dos hijos, Antonia y Fausto. Su partida deja un vacío irreparable entre aquellos que la conocieron y trabajaron junto a ella. En su despedida, la Asociación de Actores destacó su legado como fuente de inspiración y fortaleza para seguir luchando por un futuro lleno de derechos, paz y dignidad. “Su legado nos inspira y fortalece para seguir construyendo un futuro de derechos, paz y dignidad, con memoria”, expresaron en su comunicado.
Uno de los momentos más emotivos fue el posteo de Fausto Bengoechea, hijo de Alejandra, quien compartió en redes sociales un mensaje desgarrador para despedir a su madre. “Mamina, amor mío. Mi primer y más grande amor. Por enseñarme que la mejor forma de aprender a amar es haber sido amado”, comenzó Fausto, agradeciendo a su madre por el amor que le brindó. En una reflexión conmovedora, agregó: “Porque un triste e injusto final jamás va a poder opacar la más linda historia”. Finalmente, agradeció a quienes le enviaron mensajes de apoyo tras la trágica noticia, enviando un mensaje de cariño a todos: “Gracias por los mensajes y el cariño. Quiéranse, cuídense. Besos y abrazos”.
La partida de Alejandra Darín deja una huella profunda en el teatro, el cine y la televisión argentina, y su legado permanecerá vivo en la memoria de quienes lucharon junto a ella por un mundo más justo para los trabajadores del arte.
