A pocas horas de llevarse a cabo una jornada de paro por parte del personal residente del Hospital Garrahan, los profesionales en formación decidieron visibilizar públicamente su situación laboral. En este marco, apuntaron contra las condiciones precarias en las que desempeñan sus tareas y exigieron una recomposición salarial urgente, que les permita sostener una vida digna y continuar ejerciendo su vocación en la medicina pediátrica.
El reclamo central gira en torno a la necesidad de un salario justo, acorde a la responsabilidad que implica su función dentro de un hospital pediátrico de alta complejidad como el Garrahan, considerado un referente en salud infantil no solo a nivel nacional, sino también en toda América Latina. Las médicas residentes enfatizaron que su trabajo es esencial para el funcionamiento cotidiano del centro de salud, siendo ellas quienes sostienen gran parte del sistema de atención a los pacientes.
En una entrevista, la residente Julieta explicó que la situación actual les impide vivir con tranquilidad: “Nuestro rol es clave en la atención médica diaria, pero el salario que percibimos no cubre los gastos básicos. Es imposible sostener una vida con este ingreso”. Belén, otra residente, amplió el panorama y detalló la sobrecarga horaria a la que están sometidos: “Los médicos de primer año cumplimos alrededor de 70 horas semanales, que incluyen jornadas de lunes a viernes de 8 horas más seis guardias de 24 horas al mes. Todo eso por un salario de aproximadamente $797.000, cifra que se ubica por debajo de la línea de pobreza”.
Ambas profesionales coincidieron en que, para poder sobrevivir, se ven forzadas a sumar empleos adicionales o a depender económicamente de sus familias u otras personas con quienes conviven. “Es insostenible. La mayoría tiene dos o tres trabajos, y aun así el ingreso no alcanza. Lo más doloroso es que trabajamos en uno de los hospitales más prestigiosos de Argentina, donde nuestros formadores tienen décadas de experiencia, posgrados, becas internacionales, y sin embargo, los sueldos que reciben tampoco reflejan esa excelencia”, lamentaron.
Frente a este panorama, el colectivo de residentes anunció un paro para el jueves 29 de mayo. La medida tiene como objetivo presionar al Ministerio de Salud, de quien dependen directamente los salarios de los residentes de clínica médica. Además, esperan que se abra una mesa de diálogo efectiva para discutir soluciones concretas. Según expresaron, el reclamo viene desde abril del año pasado, pero hasta ahora no han recibido respuestas significativas. El último incremento que obtuvieron fue apenas del 1%, lo cual consideran completamente insuficiente para enfrentar la inflación y el costo de vida actual.
La protesta busca no solo una mejora salarial, sino también condiciones laborales que respeten la dedicación y el compromiso de quienes, a pesar de las dificultades, siguen apostando a la salud pública.
