Más de 13 años después de la desaparición de María Cash, un caso que sigue siendo un misterio, las autoridades detuvieron a Héctor Romero, un camionero de 38 años, quien en su momento fue señalado como la última persona en tener contacto con la joven diseñadora. Romero fue arrestado este martes por la tarde en Salta y trasladado bajo custodia de la Gendarmería Nacional a la sede de la Policía Federal, donde quedó detenido por orden de la jueza Mariela Giménez del Juzgado Federal N° 2.

Inicialmente citado como testigo, Romero ahora enfrenta cargos formales relacionados con la desaparición de Cash, ocurrida el 8 de julio de 2011. Según la investigación, el camionero habría recogido a María en la rotonda de Torzalito, en General Güemes, y la habría transportado hasta la Difunta Correa, en el paraje Palomitas. No obstante, las contradicciones en sus declaraciones desde el inicio del caso, sumadas a nuevos testimonios, han generado serias sospechas sobre su involucramiento en el caso.
A lo largo de la investigación, diversos testigos han desmentido partes de su relato. Por ejemplo, empleados de una estación de servicio cercana aseguraron haber visto a María Cash pidiendo ayuda en la ruta, pero se ha descubierto que el testimonio de Romero sobre ciertos eventos no concuerda con la información obtenida de otras fuentes. Además, días atrás, el hermano de Romero, David, realizó una declaración que sorprendió a los investigadores, diciendo: «Si se mandó una macana, que se haga cargo», lo que ha agregado un giro inesperado a la investigación.
El caso de María Cash comenzó cuando, el 8 de julio de 2011, la joven de 29 años desapareció mientras viajaba por la ruta nacional 9, con rumbo a Jujuy. En ese viaje, ella había planeado encontrarse con Juan Pablo Dumon, un compañero de yoga, pero decidió detenerse y cambiar su itinerario. En un principio, María se bajó de un vehículo en Rosario de la Frontera, a unos 200 kilómetros de su destino, alegando no sentirse cómoda, y luego continuó su viaje hacia el sur, antes de regresar a Salta.
Su última aparición fue registrada en una de las cámaras de peaje de la ruta nacional 34, cuando ella hizo dedo para continuar su trayecto. Sin embargo, su paradero se tornó incierto cuando, después de varias interacciones erráticas y desconcertantes con personas en la ruta, se perdió su rastro. Durante su viaje, María se comunicó con su familia y amigos, pero nunca llegó a su destino final.
La falta de información precisa sobre su paradero y la desorientación que mostró en los días previos a su desaparición han hecho que el caso se convierta en uno de los más enigmáticos de la historia reciente. A pesar de varios intentos de búsqueda y de los esfuerzos de su padre, Federico Cash, quien nunca dejó de buscarla hasta su muerte en 2014, el paradero de María sigue siendo un misterio.
La investigación continúa bajo la supervisión del Juzgado Federal N° 2 de Salta, que, desde el principio, ha tratado de esclarecer lo sucedido con la joven desaparecida, mientras se sigue buscando respuestas a una historia que, por más de una década, ha dejado a la familia Cash esperando una resolución.