En el marco de la investigación por el triple femicidio de Florencio Varela, un hecho inesperado generó un fuerte revuelo mediático. Gonzalo Fuenzalida, quien asumió la representación legal de la familia de Lara Gutiérrez —una de las tres adolescentes asesinadas—, mantuvo una entrevista con Eduardo Feinmann en Radio Mitre y A24, donde sus declaraciones dejaron perplejos a los periodistas.
El intercambio comenzó cuando Feinmann quiso saber si el abogado temía represalias por parte de la organización criminal vinculada al caso. La respuesta de Fuenzalida fue tajante: “No, miedo no, no conozco esa terminología. Incluso, este es un modus operandi que utilizan los cárteles de México, cárteles colombianos, de los cuales soy letrado”.
El comentario descolocó al conductor, que inmediatamente repreguntó con tono de sorpresa: “Perdón, ¿entendí bien? ¿Usted es abogado de narcos?”. Lejos de esquivar el tema, Fuenzalida ratificó su postura y respondió con naturalidad: “Soy abogado penalista. Siempre y cuando se abonen mis honorarios, son bienvenidos”.
La revelación provocó incomodidad en el estudio. Feinmann insistió con la inquietud inicial: “¿Usted es abogado de los narcos?”, y el letrado reafirmó sin titubear que sí ha defendido a integrantes de cárteles, siempre bajo la premisa del pago de sus honorarios.
Tras la entrevista, la mesa de analistas que acompañaba al conductor comenzó a debatir sobre las implicancias de que un abogado con antecedentes en causas ligadas al narcotráfico sea quien ahora represente a la familia de una víctima presuntamente asesinada por una organización de ese tipo. Uno de los comentarios que surgió en vivo reflejó la preocupación: “¿Cómo habrá llegado el doctor? No sé, no sé. Raro todo, ¿no? Porque esta nena, supuestamente, es una víctima de una organización narco, ¿no? A quien supuestamente habrían mexicanizado. ¿Quién pagará los honorarios del doctor?”.
Casi al cierre de la nota, el propio Feinmann volvió a expresar su asombro y, dirigiéndose a un colega, comentó: “¿A vos te sorprendió igual que a mí, no? Cada abogado elige de qué lado ponerse, qué sé yo. Hasta los narcos tienen, tienen abogados. Pero qué sé yo, hay valores en la vida, ¿no? No sé”.
La conversación no solo dejó en evidencia un tenso momento televisivo, sino que también abrió interrogantes en torno al papel de Fuenzalida en el caso y las eventuales conexiones que podrían condicionar su rol como representante legal de la familia de Lara.