Este sábado se vivió una movilización multitudinaria frente al Congreso de la Nación, convocada para exigir justicia por el brutal triple femicidio ocurrido en Florencio Varela, que tuvo como víctimas a Morena Verri y Brenda Del Castillo, ambas de 20 años, y a Lara Gutiérrez, de apenas 15 años. La marcha fue organizada por el colectivo feminista Ni Una Menos y contó con la presencia de las familias de las jóvenes, quienes reclamaron a las autoridades una investigación rápida y efectiva, al tiempo que exigieron medidas que eviten que vuelvan a ocurrir femicidios en un país donde una mujer pierde la vida cada 35 horas.
Entre los presentes se encontraba Antonio, abuelo de Morena y Brenda, quien destacó la importancia del respaldo ciudadano. “Esto es lo máximo lo que están haciendo, y esto es lo que ayuda”, expresó en declaraciones a C5N, y agregó: “Nunca pensamos que iba a venir tanta gente”, mostrando su sorpresa y agradecimiento ante la multitud que acompañó la causa. Con el dolor a flor de piel, el hombre advirtió sobre la gravedad de la situación: “Hoy me tocó a mí tener dos criaturas asesinadas. Esta vez se llevaron tres vidas, mañana se van a llevar cuatro y se van a llevar cinco. Esto no puede seguir así”.
Antonio dejó en claro que su reclamo va más allá de la justicia formal: “Yo quiero justicia, pero también quiero verdad… Aunque nos duela, queremos la verdad”, subrayando sus dudas sobre el ritmo y la eficacia de la investigación y haciendo un llamado a la Justicia: “Que se apuren, que trabajen, para eso le pagamos”. Asimismo, expresó sus aspiraciones a futuro para los jóvenes: “Vamos a seguir luchando. Algún día vamos a tener un lugar donde los chicos puedan educarse, que tengan un trabajo digno y que puedan llevar un pedazo de pan a su casa. Es todo lo que quiero pedir ahora, justicia”.
Por su parte, Federico, primo de las víctimas, también se manifestó durante la marcha, enfatizando la unidad familiar en la causa: “Cada vez que convoquen marchas por este caso, toda la familia estará presente. No nos dejen solos…”, dejando en claro que el acompañamiento y la visibilidad social son fundamentales para que el reclamo de justicia no quede aislado.
Esta movilización no solo se centró en exigir respuestas concretas sobre el triple femicidio, sino que también visibilizó la problemática general de la violencia de género, poniendo en primer plano la urgencia de políticas públicas efectivas y de un compromiso sostenido de la sociedad y del Estado para proteger a las mujeres y jóvenes en todo el país.
