El oficial de policía que se encuentra en prisión preventiva tras matar a su vecino por un altercado relacionado con el volumen de la música en su vivienda de Lomas del Mirador, continuará detenido tras una resolución de la fiscalía. Este miércoles, el titular de la Unidad Fiscal de Instrucción y Juicio Especializada en Homicidios Dolosos solicitó que se mantenga la medida de prisión preventiva, y se espera que el juez tome una decisión para determinar si el acusado permanecerá en prisión o quedará en libertad. La defensa del imputado tiene la intención de impugnar esta solicitud, y lo hará en una audiencia programada para este jueves.
El juez encargado del caso señaló varios elementos que respaldan la solicitud de mantener la prisión preventiva. Uno de los motivos principales es la falta de consistencia en las declaraciones del acusado. Además, se destacó el historial del imputado como policía retirado, su reacción posterior al disparo y la distancia a la que efectuó el mismo. En su última declaración, el policía dijo que portaba el arma con la intención de intimidar y no de utilizarla, alegando que fue atacado por la víctima, quien lo sujetó del cuello, lo empujó y le propinó varios golpes. Según el relato del acusado, el disparo se produjo accidentalmente en medio de la confrontación.
Sin embargo, el fiscal refutó la versión del acusado, asegurando que en los videos de la escena se puede ver claramente cómo, antes de disparar, el imputado manipuló el arma para colocarla en el abdomen de la víctima y disparar, lo que descalifica su afirmación de un accidente. Además, el fiscal argumentó que el acusado no mostró ninguna intención de remediar la situación tras el disparo, lo que refuerza la hipótesis de que el hecho no fue un accidente.
El juez también hizo hincapié en las características del orificio de entrada de la bala, indicando que la distancia desde la cual se efectuó el disparo era corta. Por estas razones, no solo se solicitó que se mantenga la prisión preventiva, sino también que el delito sea calificado como «homicidio agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con portación ilegal de arma de guerra».
Finalmente, el abogado defensor del oficial argumentó que su cliente no salió de su casa con la intención de dispararle a la víctima. Según el abogado, el policía solo llevó el arma como medida de precaución, por si la situación se complicaba. También cuestionó la afirmación del fiscal de que el imputado, al ser un ex miembro de la policía, tenía experiencia con armas, defendiendo que aunque tenía conocimientos, no poseía una experiencia destacada en el manejo de las mismas.