En un contexto de alta tensión política, varios usuarios activos en redes sociales y vinculados ideológicamente al presidente Javier Milei comenzaron a difundir mensajes de corte antidemocrático que podrían encuadrarse en la figura de incitación al Golpe de Estado. Entre ellos se destaca Daniel Parisini, conocido en el ámbito digital como “el Gordo Dan”, quien junto a otros influencers oficialistas está promoviendo consignas extremas a través de la plataforma X (ex Twitter), en clara reacción a lo ocurrido en la reciente sesión del Senado argentino.

La Cámara alta del Congreso de la Nación llevó a cabo un debate legislativo que incluyó temas sensibles como el aumento de haberes para jubilados, lo que generó una visible irritación en sectores del oficialismo, incluido el propio mandatario. Esta molestia se trasladó a su círculo digital más cercano, donde figuras como Alejandro Fantino, ahora devenido en operador político libertario, comenzaron a lanzar advertencias sobre un eventual “colapso institucional” si el Congreso avanza con medidas que favorezcan a los sectores más vulnerables de la sociedad.
En ese clima de radicalización, Parisini escribió un polémico mensaje en su cuenta personal: “LOS TANQUES A LA CALLE YA. ES AHORA”, un texto que no solo alude a una intervención militar sino que implica el desconocimiento del funcionamiento institucional democrático. Cabe destacar que Parisini —quien percibe ingresos estatales al igual que su madre, Alejandra Olmedo, y su pareja— ha sido señalado en múltiples ocasiones como uno de los activistas digitales con línea directa a la cúpula libertaria.

Otro caso alarmante es el de Fran Fijap, un joven tuitero que se desempeñaría como cadete personal de Manuel Adorni, actual vocero presidencial. Fijap, quien también ha tenido episodios conflictivos en las inmediaciones del Congreso, escribió sin ambigüedades: “Hay que dinamitar todo el Congreso, con diputados y senadores adentro”. Esta afirmación fue considerada por muchos usuarios como una incitación directa a la violencia institucional. A pesar de su gravedad, el post fue replicado y amplificado por otros simpatizantes del oficialismo, incluyendo a aquellos cercanos al asesor Santiago Caputo.
Las reacciones ante semejantes declaraciones no se hicieron esperar. Numerosos usuarios de X condenaron la retórica violenta de los libertarios con fuertes mensajes de repudio como: “¡Eso es democracia, estúpido gordo papón! ¡Ustedes no saben de eso!”; “Pasó Nicolás Maduro y dijo ‘che, no da’”; y “Es el sueño húmedo de un tirano”. Estas respuestas reflejan la creciente preocupación por el tono autoritario que ha tomado una parte del oficialismo en redes sociales.
En medio de este escenario, fuentes judiciales indican que las publicaciones podrían motivar la intervención de la Justicia penal, ya que encajan en figuras contempladas por el Código Penal como “apología del delito” o “instigación a la violencia”. De iniciarse una causa de oficio por parte de algún fiscal, quienes compartieron o impulsaron esos mensajes podrían enfrentar consecuencias legales concretas.
Estos llamados a acciones antidemocráticas —impulsados por individuos estrechamente ligados al oficialismo— incrementan las denuncias sobre una estrategia digital coordinada desde el entorno presidencial, donde los trolls libertarios cumplen funciones propagandísticas que van mucho más allá de la libre expresión, y que ya cruzan límites legales y constitucionales.
