Un nuevo escándalo se desató en las redes sociales tras la difusión de un video que muestra a un estudiante durante su viaje de egresados a Bariloche vestido con un controvertido disfraz: el joven cordobés decidió caracterizarse como una mujer víctima de abuso sexual, y compartió las imágenes en sus propias cuentas, generando un fuerte repudio. En el material audiovisual se escuchan las risas de sus compañeros y se observan los detalles del vestuario elegido, situación que rápidamente se volvió viral. Ante la ola de críticas, el resto del curso salió a distanciarse públicamente de esta conducta y publicó una carta donde expresaron su desaprobación: “Como estudiantes de 7mo año del IPET 267 queremos expresar nuestro más absoluto repudio por las recientes publicaciones de un grupo de compañeros que se encuentra en la localidad de Bariloche, realizando el viaje de estudio”.
Aunque las fiestas de disfraces durante los viajes de egresados suelen incluir temáticas “bizarras”, esto no fue considerado una justificación por la comunidad, y los usuarios de redes sociales manifestaron su indignación ante la situación.
El incidente se vio acompañado por otro escándalo relacionado con cánticos antisemitas realizados por alumnos de la Escuela Humanos, también durante el viaje a Bariloche. La empresa organizadora, Baxtter, emitió un comunicado a través de su cuenta de Instagram, en el que repudió las conductas del grupo y sostuvo que “esos mensajes no representan ni reflejan los valores de nuestra empresa, fundada en el respeto, la igualdad y la convivencia pacífica”. Sin embargo, no se dieron detalles sobre si se tomaron medidas contra el coordinador que animó los cánticos.
La viralización de las imágenes provocó un fuerte rechazo por parte de padres, autoridades educativas, organismos de derechos humanos e incluso del Gobierno. La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) intervino, convocando a los coordinadores y responsables de la compañía a recibir capacitación sobre discriminación y antisemitismo, y presentó una denuncia penal por incitación a la persecución o al odio, con el fin de determinar responsabilidades individuales.
En paralelo, el abogado Jorge Monastersky también presentó una denuncia penal contra los estudiantes de la Escuela Humanos de Canning, basándose en la Ley 23.592, que regula delitos vinculados a discursos de odio y actos discriminatorios, y contempla penas de hasta tres años de prisión. Monastersky señaló que la fiscalía buscará identificar a los alumnos presentes en el micro mediante los videos difundidos, y destacó que la responsabilidad recae principalmente en los estudiantes, en el coordinador de la empresa y en el padre a cargo del grupo, desvinculando en gran medida al colegio y a la empresa de la organización del viaje.