Durante la tarde del sábado se desarrolló una multitudinaria manifestación frente al Congreso de la Nación, donde cientos de personas se reunieron para reclamar justicia por el brutal triple femicidio que acabó con las vidas de Morena Verri, de 20 años; Brenda Del Castillo, también de 20; y la adolescente Lara Gutiérrez, de 15 años. La tragedia, que generó una enorme conmoción en todo el país, motivó la convocatoria del colectivo feminista Ni Una Menos, movimiento que en esta ocasión contó con la presencia y el acompañamiento de los familiares directos de las víctimas, quienes encabezaron la marcha.
La movilización no se limitó a la Ciudad de Buenos Aires: en paralelo, distintas ciudades del interior del país se sumaron a la consigna con marchas en lugares emblemáticos. En Córdoba capital, Bahía Blanca y Mar del Plata, grupos de mujeres, familias enteras y organizaciones sociales hicieron sentir su voz en rechazo a la violencia de género y en homenaje a las tres jóvenes asesinadas, dejando en claro que la demanda de justicia se replica de manera federal.
Sin embargo, en medio de la manifestación porteña, se produjo un hecho que no pasó desapercibido y que rápidamente generó repercusión. El periodista y conductor Robertito Funes Ugarte fue increpado por un grupo de manifestantes que, entre gritos e insultos, lo expulsaron del lugar. Los presentes le reprocharon su cercanía y alineamiento con el gobierno de Javier Milei, gestión que ha tomado distancia de las luchas feministas y que incluso desestimó públicamente la relevancia de esta marcha, negando de manera tajante toda reivindicación vinculada con la defensa de los derechos de las mujeres.
De esta manera, la jornada estuvo marcada no solo por la masiva exigencia de justicia por Brenda, Morena y Lara, sino también por la tensión política que atravesó la marcha y que evidenció el rechazo de una parte de los manifestantes hacia figuras asociadas al oficialismo.