“Gracias por iluminar al mundo peleando contra la narcodictadura de Venezuela”

El presidente argentino Javier Milei expresó públicamente su reconocimiento y admiración hacia la dirigente opositora venezolana María Corina Machado, luego de que esta fuera distinguida con el Premio Nobel de la Paz por su persistente lucha por la libertad y la democracia en Venezuela, en un contexto marcado por su enfrentamiento con el régimen de Nicolás Maduro.

A través de su cuenta oficial en la red social X (antes Twitter), Milei compartió un mensaje en el que elogió la trayectoria de la líder venezolana y su compromiso con los valores democráticos: “Mis felicitaciones por este reconocimiento más que merecido por tu enorme lucha por la defensa valiente de la LIBERTAD y de la democracia”, escribió el mandatario. En la misma publicación añadió otra frase que reflejó su habitual tono enfático: “Gracias por la inspiración con la que iluminas al mundo peleando contra la narcodictadura de Venezuela. VLLC!”, reafirmando así su respaldo a Machado y su rechazo al gobierno de Maduro.

La relación entre Milei y el mandatario venezolano ha sido abiertamente hostil desde hace tiempo. Ambos suelen mencionar al otro como ejemplo negativo en sus discursos políticos, simbolizando la contraposición entre sus modelos ideológicos. En este contexto, el mes anterior Milei había dado un paso más en su postura crítica hacia Caracas al declarar al llamado “Cartel de los Soles” —una red que Washington asocia con el gobierno venezolano— como una organización terrorista, medida que se enmarca en una línea de cooperación con las políticas impulsadas por el expresidente estadounidense Donald Trump.

En aquel momento, la Oficina del Presidente argentino difundió un comunicado oficial citando un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, en el que se sostenía que el Cartel de los Soles estaba “encabezado por miembros de alto rango de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela, incluidos (el presidente) Nicolás Maduro y (el ministro del Interior) Diosdado Cabello”. En la misma nota, el Ejecutivo argentino reforzaba su condena al régimen venezolano: “Siempre hemos sostenido que el socialismo lleva inevitablemente a la pobreza y, por consecuencia, al autoritarismo para mantenerse en el poder. Pero la dictadura venezolana dio un paso más allá: el narcotráfico y el terrorismo”, afirmaba el texto oficial, reafirmando la visión del gobierno de Milei sobre la situación política en el país caribeño.

En esa misma línea, el gobierno argentino ya había reconocido oficialmente a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela, luego de desconocer los resultados de los comicios que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Caracas había proclamado a favor de Nicolás Maduro.

Maduro juró un nuevo mandato en enero pasado, tras ser declarado vencedor por el CNE, aunque su triunfo fue inmediatamente puesto en duda por amplios sectores de la comunidad internacional debido a irregularidades y denuncias de fraude electoral. Por su parte, la oposición venezolana —encabezada por Machado— había implementado un sistema alternativo de publicación de resultados, mediante el cual se difundían las actas de votación en línea con total transparencia. De acuerdo con esos registros, el ganador legítimo habría sido González Urrutia. No obstante, el CNE nunca presentó las actas originales, generando un fuerte cuestionamiento interno y externo.

Desde entonces, María Corina Machado y Edmundo González Urrutia enfrentan amenazas directas del régimen de Maduro, lo que los llevó a vivir en la clandestinidad o en el exilio, según distintas fuentes opositoras.

El mensaje de Milei, además de ser una felicitación personal a Machado, fue interpretado como una nueva demostración de respaldo político al movimiento opositor venezolano y una reafirmación del alineamiento de su gobierno con los países que promueven sanciones y medidas de presión contra el régimen chavista.

De este modo, el presidente argentino aprovechó el reconocimiento internacional a Machado para insistir en su discurso habitual contra el socialismo y el autoritarismo, y para reiterar su visión de una América Latina alineada con las democracias liberales y los valores de la libertad individual.