El cierre de campaña de La Libertad Avanza, liderado por el presidente Javier Milei en el club Villa Ángela de Moreno, con vistas a las Elecciones Legislativas Bonaerenses del próximo domingo, estuvo rodeado de polémica. El evento quedó bajo la lupa luego de que se difundieran imágenes en las que se observaba la presencia de grupos encapuchados, posteriormente identificados como supuestos miembros de barras bravas de clubes como River Plate, Platense y Deportivo Merlo.

El periodista Gustavo Grabia, especialista en violencia en el fútbol y en los vínculos entre barras y política, explicó que la participación de estas personas no está vinculada a cuestiones ideológicas. Según indicó, se trata de individuos contratados como “mano de obra” para desempeñarse como seguridad en actos políticos y eventos públicos. En el caso del acto de Milei, se presume que fueron contratados por punteros locales de la zona.
Grabia relató que, al comenzar a difundirse las imágenes con personas encapuchadas, lo sorprendió reconocer a rostros familiares de la barra brava de River liderada por Ariel “Pato” Calvici. “Cuando aparecieron los encapuchados me dijeron ‘poné la tele’ y entonces vi las imágenes. ¡Mirá quién está! Se trataba de figuras conocidas de la facción de River que maneja Calvici”, contó.
Según su análisis, la barra “oficial” de River tiene dos divisiones principales: la de Calvici y la de los hermanos Mauro y Leandro Ferraras. Para organizar la tribuna, Calvici convocó a Matías Joel Sacco, ex jefe de la barra de Platense, quien perdió su liderazgo hace cinco años. Sacco fue visto en el acto vistiendo un buzo Everlast, encabezando una de las columnas. Grabia detalló que Sacco, oriundo del barrio Mitre, lideraba su zona junto con Kevin Torres y Alejandro Acosta, alias “el Viejo Tom”, y que en el pasado tuvo conflictos vinculados al narcotráfico con la 1-11-14, además de enfrentamientos armados y robos de dinero a capos de villas. El periodista calificó como “insólito” que Sacco pudiera participar sin ningún tipo de restricción o derecho de admisión.
Entre las imágenes captadas, también se identificaron otros integrantes de la barra de River, como “El Tarta” y Javier Bellino, miembro de una familia influyente en la barra del club en Morón, señalados anteriormente por disturbios en el Estadio José Amalfitani en 2008. Otros nombres mencionados fueron Sebastián Barraza, conocido como “líder” y con pasado en la barra de Morón antes de sumarse a River, y Daniel Andrada, alias “Dani de Moreno”, quien estaría encargado de organizar a los barras en el Conurbano, incluyendo tareas de seguridad en eventos y boliches de zonas como Ituzaingó y Moreno.

Además, el grupo que asistió al acto incluía a “Fede” Matera, ex disidente de la barra de Deportivo Merlo, y a Carlos López, apodado “el Negro”, quien trabajaba en el Renaper durante el primer gobierno de Cristina Kirchner. López fue acusado de facilitar documentación a barras de River con impedimento para salir del país rumbo al Mundial de Alemania 2006, y posteriormente fue despedido tras ser filmado transportando a integrantes de la barra en vehículos oficiales del organismo.
Grabia destacó que la utilización de estas agrupaciones no es exclusiva de La Libertad Avanza, ya que varios de estos individuos han estado presentes en actos de otros partidos políticos, incluyendo eventos peronistas. Incluso compartió imágenes de Joel Sacco detrás del gobernador Axel Kicillof en una ocasión, demostrando que su participación en actos políticos es transversal a diferentes espacios.
Un episodio adicional vinculado al mundo de las barras se dio antes del acto de Milei: el hombre que ayudó al diputado José Luis Espert a escapar en moto durante incidentes en Lomas de Zamora resultó ser Damián Matías Rosati, barra del club Comunicaciones, y no un militante de La Libertad Avanza. Rosati, vinculado al boxeo en la institución del barrio de Agronomía, enfrenta causas por amenazas coactivas y lesiones. Grabia señaló que el senador provincial Sebastián Pareja, organizador de la campaña de Karina Milei en la provincia de Buenos Aires, sería quien se encarga de coordinar la presencia de barras bravas en estos actos políticos.
En resumen, el cierre de campaña en Moreno evidenció la creciente relación entre la política y las barras bravas, dejando al descubierto la utilización de estos grupos como seguridad en eventos, y planteando un nuevo foco de controversia en el contexto electoral.
