La manifestación de los jubilados y los hinchas de fútbol que se dirigieron al Congreso, exigiendo mejoras en los haberes y pensiones, terminó convirtiéndose en una jornada de gran tensión, marcada por una violenta represión policial. Este acto de protesta, que originalmente tenía como objetivo reclamar justicia para los adultos mayores, se tornó en un escenario de confrontación en la Avenida de Mayo y Santiago del Estero, donde se registraron disturbios graves, incluyendo el hallazgo de un patrullero incendiado.
Durante la tarde del miércoles, los manifestantes fueron recibidos con una respuesta violenta por parte de las fuerzas de seguridad, que emplearon bastonazos, gases lacrimógenos, balas de goma y carros hidrantes para dispersar a la multitud que se acercaba a la Cámara de Diputados. En medio de estos enfrentamientos, una sesión en el Congreso fue suspendida debido a una pelea interna entre los legisladores oficialistas, Oscar Zago y Lisandro Almirón.
El ambiente alrededor del Congreso y el Microcentro se volvió caótico, lo que fue confirmado por el periodista Nicolás Munafó, quien reportó en vivo desde C5N. «Les juro que por momentos se hace irrespirable y prácticamente no se ve nada entre los gases y el humo en el aire», expresó Munafó, describiendo la situación en la zona de los enfrentamientos.
En medio de este caos, a pocos metros de la Avenida 9 de Julio, primero apareció una motocicleta de la Policía de la Ciudad quemada, y minutos después, un patrullero completamente consumido por las llamas. Este tipo de acciones, según comentó la periodista Sofía Caram en Argenzuela, no son nuevas. «Los jubilados no dan vuelta un auto y lo prenden fuego. Ya hemos visto este mismo modus operandi en otras marchas», aseguró, sugiriendo que esta práctica podría estar siendo utilizada por un sector de los manifestantes para expresar su descontento frente a la violencia de la represión.