Las organizaciones sociales en todo el país iniciaron una jornada de protesta este viernes, que comenzó con tensión en el microcentro porteño cerca de las oficinas del ministerio de Capital Humano. Hubo enfrentamientos entre manifestantes y policías, que utilizaron gas pimienta.
Eduardo Belliboni, del PO, denunció que la policía impidió la manifestación con violencia y que seguirán luchando por la apertura de los comedores populares. La protesta, que incluye alrededor de 500 cortes de ruta, busca asistencia alimentaria para comedores y merenderos comunitarios, así como también un aumento en los salarios y los montos de los planes sociales, bajo la consigna «La Emergencia Alimentaria no puede esperar más. Basta de ajuste!».
La jornada de protesta, que comenzó a las 9.30 en distintos puntos del país y en los accesos a la ciudad de Buenos Aires, tiene su epicentro en el edificio de Juncal y Carlos Pellegrini, donde está ubicado el despacho de la ministra Sandra Petovello.
La policía ha aplicado un protocolo de orden público que prohíbe los cortes de calles, implementado por el ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich. En varios puntos de concentración, se observa una importante presencia de efectivos de la Gendarmería Nacional.
La protesta cuenta con la participación de diversas organizaciones como UTEP, UP, FOL, CCC, entre otras, que han unido fuerzas en una «unidad sin precedentes» contra el gobierno de Javier Milei. Juan Carlos Alderete, de la CCC, denunció la intención del gobierno de «hambrear al pueblo» y llevarse los recursos del país.
Marianela Navarro, del FOL, destacó la gravedad de la situación en los barrios populares y criticó la postura intransigente del gobierno, que abandona a los pobres y excluye a los trabajadores. Los movimientos sociales sostienen desde hace décadas alrededor de 44 mil comedores en todo el país.