El devastador temporal que azotó Bahía Blanca ha dejado un saldo trágico de 16 víctimas fatales, cuatro de las cuales aún no han sido identificadas, según confirmaron las autoridades locales. Ante esta situación, el intendente Federico Susbielles decretó tres días de duelo en la ciudad y coordinó operativos de asistencia con Fuerzas Federales, Defensa Civil y Bomberos para ayudar a los damnificados. Susbielles estimó que las inundaciones han dejado a 1.000 personas evacuadas y daños materiales que ascienden a 400 millones de dólares en infraestructura. Además, se han recibido más de 100 denuncias por personas desaparecidas tras el temporal, que ha causado estragos en esta ciudad portuaria, una de las más importantes del país.
Entre los casos que han conmovido a la sociedad argentina se encuentra la desaparición de dos niñas de 1 y 5 años, quienes fueron arrastradas por una corriente de agua en cuestión de segundos. La búsqueda de las menores se realiza con buzos y medios acuáticos, ya que en la zona donde desaparecieron aún hay más de un metro de agua, explicó el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, en una entrevista con Radio Mitre.
El intendente Susbielles, en una conferencia de prensa, detalló que «gran parte de los fallecidos es (…) gente de mucha edad que estaba en residencias de adultos mayores o en casas que cuidan a personas de edad». Hasta el momento, 11 de las víctimas han sido identificadas, pero no se descarta que el número de fallecidos pueda aumentar en esta ciudad de 350.000 habitantes. Susbielles calculó que la reconstrucción de la ciudad costará «no menos de 400.000 millones de pesos», equivalentes a unos 400 millones de dólares, y enfatizó: «Hoy necesitamos (ayuda) más que nunca».
Las lluvias, que comenzaron en la madrugada del viernes y finalizaron por la tarde, dejaron un acumulado de 400 milímetros de agua, prácticamente la cantidad que suele caer en un año en la región. Ante la gravedad de la situación, se habilitaron comedores y centros comunitarios para distribuir viandas y alimentos calientes en distintos barrios. Además, se recibieron donaciones de agua, alimentos, frazadas, ropa de abrigo y artículos de higiene personal en el Dow Center y la sede de la Universidad Nacional del Sur. También se creó la cuenta solidaria BAHIAXBAHIA, a nombre del Municipio de Bahía Blanca, para recibir donaciones monetarias destinadas a asistir a las familias afectadas.
Las autoridades han insistido en evitar la circulación en las zonas afectadas debido al riesgo estructural y de seguridad en las calles. Susbielles lamentó la pérdida del «70% de la capacidad operativa» de la ciudad debido al desborde del canal Maldonado y del arroyo Napostá, que atraviesan Bahía Blanca. «El temporal de lluvias importantes comenzó a impactar en diversos puntos de la región sobre las 21:30 horas. Nos comunicamos con la jefatura departamental de la ciudad para solicitar que se suspendan las clases en el día posterior, situación que el Ministerio de Educación de la provincia avaló», expresó el jefe comunal.
Durante el temporal, las tareas de rescate se vieron severamente limitadas. «Hasta las 10:00 horas pudimos realizar tareas de rescate, pero después de esa hora, con los canales desbordados, la situación se tornó intransitable», explicó Susbielles. «Fueron momentos extremadamente difíciles. Desde las cámaras de monitoreo veíamos cómo el agua seguía subiendo y no podíamos desplegar más mecanismos de ayuda. La lluvia continuó de manera incesante hasta las 16:00 horas», agregó.
El intendente detalló que «en aproximadamente una hora y media, la ciudad sufrió una precipitación violenta que generó anegamientos en numerosas calles». Además, señaló que «aproximadamente sobre las 10 de la mañana se produjo el desborde del Canal Maldonado y el Arroyo Napostá, que prácticamente anegó toda la ciudad y nos hizo perder prácticamente el 70 por ciento de nuestra capacidad operativa». Entre las pérdidas materiales, Susbielles mencionó ambulancias, patrulleros, móviles municipales y camionetas que quedaron atrapadas y no pudieron ser recuperadas.
La Armada y el Ejército colaboraron en las tareas de rescate, aunque la llegada de refuerzos se vio dificultada por la destrucción de los accesos a la ciudad. «La Armada finalmente arribó a la ciudad alrededor de las 19:30 horas, mientras que el Ejército logró llegar más rápido con camiones de gran porte y lanchones anfibios, ya que en ese momento el único medio viable para el salvataje era a través de embarcaciones», dijo Susbielles.
Entre los logros de las operaciones de rescate, el intendente destacó la evacuación de la terapia intensiva del Hospital Penna y la neonatología, donde varias enfermeras sostuvieron a los bebés hasta que pudieron ser trasladados. También se evacuó el Hogar del Anciano, y los equipos de rescate continuaron trabajando con palas mecánicas en diversos puntos de la ciudad.
Las áreas más afectadas fueron General Daniel Cerri y la zona central de Bahía Blanca, donde el desborde del Canal Maldonado y el Arroyo Napostá causaron estragos. «En total, cayeron más de 400 milímetros de lluvia, lo que equivale al 70% de la precipitación anual promedio de la ciudad», agregó Susbielles. Barrios enteros quedaron sumergidos, dejando a la vista solo los techos de las casas, y el nivel del agua llegó a los dos metros en algunas zonas.
En cuanto a los servicios básicos, EDES informó que ha restablecido el 55% del servicio eléctrico en la ciudad y continúa trabajando para normalizar el suministro. Para acelerar las tareas, se desplegó un equipo de 400 operarios, con refuerzos que llegarán en las próximas horas. La empresa también coordina con Telecom, Movistar y Claro para energizar sus instalaciones una vez que se completen las labores de recuperación de antenas.
Por otro lado, concejales de Bahía Blanca de diversos partidos políticos reclamaron al Municipio la continuidad de recursos hídricos que se encuentran paralizados desde noviembre del año pasado. Vecinos autoconvocados también pidieron la reapertura de la mesa de seguimiento de obras hídricas debido a la crítica situación que atraviesa la ciudad. Pablo Daguerre, concejal radical, sostuvo que «la problemática del agua amerita el inicio urgente de ese espacio», mientras que Angélica Lauquen, integrante de Vecinos Autoconvocados por el Agua, expresó su preocupación por la suspensión de la comisión de seguimiento y el descenso histórico en el nivel del dique local.
En resumen, Bahía Blanca enfrenta una de las peores crisis de su historia, con pérdidas humanas, materiales y una infraestructura severamente dañada. La solidaridad de la comunidad y el apoyo de las autoridades provinciales y nacionales serán clave para la reconstrucción de la ciudad.