Sabrina, la madre de Morena Verdi —una de las tres adolescentes asesinadas en Florencio Varela— volvió a alzar la voz en medio del dolor y la indignación. En declaraciones públicas, responsabilizó tanto a la Justicia como a la Policía por las múltiples falencias en la investigación, remarcó que sus hijas no son culpables de lo ocurrido y exigió que se avance de verdad contra quienes están detrás del triple femicidio.
En diálogo con Pablo Rossi para A24, la mujer expresó su desconsuelo al señalar que, a pesar de las promesas oficiales, todavía no hay respuestas concretas: “Tengo todo el gabinete, todo el adorno que ustedes quieran, pero resultados no tengo”. Sus críticas también alcanzaron a los cuatro detenidos en la causa —Celeste González Guerrero (28), Miguel Ángel Villanueva Silva (25), Daniela Iara Ibarra (19) y Maximiliano Andrés Parra (18)—, a quienes definió como meros chivos expiatorios: “Son los que mandan a poner la cara para limpiar la chanchada”, afirmó. Para ella, los verdaderos responsables permanecen fuera del alcance de la Justicia: “No son ni el jefe narco ni el que filmó mientras torturaban a Lara. Tampoco los que desde arriba protegen todo esto, porque alguien protege”, denunció con firmeza.
El relato de Sabrina también incluyó un fuerte rechazo a la estigmatización que, según sostiene, recayó sobre las tres jóvenes asesinadas. Con la voz entrecortada, dijo: “Buscan la culpa en las nenas, déjenlas descansar en paz. Ni Lara, ni Morena, ni Brenda tenían la culpa. Eran tres seres humanos que ya no están”. En esa misma línea, aclaró que su hija nunca tuvo relación con el narcotráfico: “Morena no trataba con narco. Busquen arriba, busquen abajo, pero no en las nenas”, pidió con desesperación.
Críticas al accionar policial en los primeros momentos
La madre de Morena también se mostró muy crítica respecto a cómo actuó la Policía apenas se conoció la desaparición de las jóvenes. Según relató, fueron los propios familiares quienes se movilizaron para hacer las tareas que debían encarar las fuerzas de seguridad: “El trabajo que tenían que hacer ellos lo hicimos nosotros. Nosotros hicimos rastrillaje, buscamos información”. Denunció, además, la inacción de los agentes: “Todo el mundo trabaja para que estén tomando café o fumando cigarrillo en la oficina”, señaló con ironía y enojo.
Reclamos a las autoridades políticas
En otro tramo de sus declaraciones, Sabrina cuestionó la falta de contacto directo de las máximas autoridades con la familia en los momentos críticos. Criticó que ni el gobernador bonaerense Axel Kicillof ni el intendente local, Fernando Espinoza, se comunicaran en el inicio de la investigación: “Cuando él me tuvo que haber llamado, o el intendente, decirme, ‘Sabrina, ¿qué hacemos?’, no lo hicieron”, lamentó. Incluso reveló que recién en las últimas horas le ofrecieron la posibilidad de dialogar con el mandatario provincial: “Ahora sí me consultaron si quería hablar con el gobernador, pero ¿de qué me sirve ahora? Ya las nenas no están”, respondió con crudeza.
Un cierre marcado por la desconfianza
Finalmente, Sabrina resumió el sentimiento de la familia ante todo lo sucedido. Con claridad y sin rodeos, manifestó que ya no cree en las instituciones: “No confiamos en nadie, solo en la familia y en la gente que nos acompaña”, concluyó, dejando en evidencia la profunda distancia que siente frente a la Justicia, la política y las fuerzas de seguridad.
