En la provincia de La Rioja se produjo un hallazgo alarmante que involucró a al menos tres jóvenes estudiantes, quienes denunciaron haber descubierto cámaras ocultas en los departamentos que habían alquilado. Según relataron, el propietario solo arrendaba a mujeres estudiantes, las grababa y, según creen, incluso las monitoreaba en tiempo real. Hasta el momento, el hombre señalado como responsable no ha sido detenido.
El episodio tuvo lugar en un complejo de departamentos ubicado en la calle Carlos Gardel 9050 y salió a la luz el miércoles de la semana pasada cuando Ana, una de las víctimas, se preparaba para dormir. Al apagar las luces y notar la presencia de mosquitos, encendió la linterna de su celular, cuyo haz iluminó el lente de una cámara oculta en un ventiluz del techo de su habitación. La joven relató a C5N que “estaba tan bien escondida que de otra forma no me hubiese dado cuenta” y agregó que la cámara estaba orientada hacia su cama y grababa incluso durante la noche.
Ana explicó que no contaba con las herramientas para retirar la rejilla de inmediato, pero al día siguiente, con la ayuda de una amiga, logró sacar la cámara. Describió la experiencia como “un horror” y comentó que recién pudo comprender la magnitud de la situación al revisar la memoria en su celular y ver los videos. Además, señaló que el propietario de los departamentos tenía llaves de todas las unidades y solía ingresar cuando las inquilinas no estaban, alegando que realizaba arreglos, mientras continuaba grabando a las jóvenes.
La víctima añadió que, inicialmente, confiaba plenamente en el arrendador, recomendándolo incluso a sus amigas, aunque ninguna pudo alquilar después. El propietario les había indicado que no estaba permitido tener parejas en el departamento, pero sí recibir a amigas, muchas de las cuales también aparecían en los videos.
Tras la denuncia presentada por Ana, la causa quedó bajo la jurisdicción de la jueza Gisela Flamini, titular del Juzgado de Instrucción en Violencia de Género y Protección Integral de Menores N°2. Durante los allanamientos realizados el martes, las autoridades secuestraron numerosas cajas con CDs, computadoras y una cámara de filmación. Según informó la jueza, se encontraron entre 80 y 90 CDs con material de las jóvenes denunciantes.
Hasta el momento, no hay imputados formales y la investigación todavía debe determinar la tipificación exacta de los delitos involucrados, que podrían abarcar violación de la intimidad, posible explotación y violencia de género a través de medios digitales e informáticos. La jueza Flamini señaló que uno de los principales desafíos del caso es definir cómo encuadrar legalmente los hechos y mencionó que se ha asesorado con magistrados y fiscales de otras provincias. Según la experiencia comparada, los delitos podrían clasificarse como violación de domicilio telemática, abuso sexual simple telemático y lesiones leves de carácter psicológico. La investigación continúa para esclarecer el propósito del material recolectado y establecer la calificación legal definitiva.
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