Durante su intervención en el Coloquio de IDEA, el ministro de Economía, Luis Caputo, respaldó la implementación de auditorías en las universidades, justificándolas con afirmaciones contundentes sobre la necesidad de fiscalizar el uso de fondos públicos. Caputo señaló que el dinero destinado a las universidades «es de la gente» y no de las instituciones, y aseguró que estas auditorías son necesarias porque, según él, «se la afanan». Según el ministro, no hay razones para oponerse a las auditorías si no existe corrupción: «¿No te la afanás? Dejá que te auditemos. ¿Cuál es el problema si no te la robás?».
Además, Caputo se refirió al veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, explicando que el rechazo a esta normativa se debió a que no estaba contemplado su financiamiento en el presupuesto nacional. En sus palabras: «Si se presenta una ley que no está en el presupuesto, hay que presentarla con el financiamiento asociado». Criticó la ley por estar «mal encarada» y defendió la necesidad de reducir el tamaño del Estado, señalando que el objetivo es eliminar las «cajas».
Por otro lado, Caputo abordó la cuestión del cepo cambiario, aclarando que el gobierno no tiene un plazo definido para levantarlo. Afirmó que la eliminación del cepo no depende de una fecha, sino de las condiciones económicas adecuadas: «La salida del cepo no es una fecha, sino condiciones». Rechazó la idea de poner un plazo fijo, calificándolo como una muestra de arrogancia, y explicó que la demora en levantar el cepo responde a la implementación de un «programa súper robusto». Según él, con el paso del tiempo, los efectos de las malas políticas monetarias del gobierno anterior irán desapareciendo, mientras que las políticas actuales comenzarán a mostrar resultados positivos.
En cuanto al panorama económico, el ministro destacó que los indicadores comenzaron a mejorar. Afirmó que la brecha cambiaria se redujo al 15%, la inflación mayorista se ubicó en un 2% y la minorista en un 3%, lo que, según él, muestra una recuperación económica. No obstante, enfatizó que el gobierno no «se enamora del cepo», y que la robustez del programa económico permitirá evitar futuras crisis.
Caputo también aprovechó para criticar al gobierno anterior de Alberto Fernández, señalando que la gestión heredó «la peor herencia de la historia argentina» y que, a diferencia de crisis previas, esta vez se está buscando un «orden macroeconómico por decisión política». El ministro destacó la importancia del equilibrio fiscal como una prioridad, elogiando al presidente Milei por su enfoque firme en este aspecto: «El Presidente es tan inteligente que no se deja llevar por encuestas tontas… Lo correcto es mantener el orden fiscal porque Argentina no puede permitirse perderlo».
Finalmente, Caputo arremetió contra el kirchnerismo, al que calificó de «delincuentes y burros». Aseguró que ese sector político dejó una pesada herencia económica y expresó su convicción de que el kirchnerismo no volverá al poder, confiando en que la ciudadanía no «se comerá más ese cuento». También insinuó que el kirchnerismo se enfurece con los avances del actual gobierno, afirmando que «el país mejora y ellos están furiosos». Concluyó que el próximo año la gente tomará una decisión basada en estos logros.