Martín Lousteau criticó a los diputados radicales por «traicionar a los jubilados en busca de beneficios personales»

A una semana de que la Cámara de Diputados respaldara el veto del presidente Javier Milei a la reforma jubilatoria, Martín Lousteau ha lanzado duras críticas contra los legisladores de la Unión Cívica Radical que cambiaron su voto en el último momento para apoyar al Gobierno. En una entrevista con María Laura Santillán en LN+, Lousteau expresó su descontento con los dirigentes radicales que se opusieron a una norma que había sido inicialmente impulsada por el propio partido.

Entre los críticos se encuentran Mariano Campero, Luis Picat, Martín Arjol y Pablo Cervi, quienes, al alinearse con los libertarios en la votación del miércoles pasado, provocaron una crisis interna en el partido. Lousteau sugirió que este cambio de postura estuvo motivado por promesas de cargos públicos ofrecidos por el oficialismo. Explicó que algunos de estos diputados habían negociado para obtener puestos en el Senado o en La Libertad Avanza, mientras que otros habían recibido promesas de beneficios personales.

Lousteau criticó duramente a los diputados por votar de manera contraria a lo que el partido había decidido colectivamente y por hacerlo después de haber mantenido reuniones privadas con el Presidente. Consideró que esta conducta era un ejemplo de “la peor de las castas”, señalando que los legisladores traicionaron a los jubilados a cambio de beneficios personales.

Además, el presidente de la UCR criticó un asado realizado en Olivos para celebrar el veto a la reforma, cuestionando la presencia de los radicales en el evento. Según el Gobierno, cada diputado que asistió pagó 20.000 pesos por la cena, un costo que Lousteau comparó desfavorablemente con el aumento previsto para los jubilados, que equivalía a “3 kilos de carne picada por mes”. Lousteau destacó que el asado se celebró con la participación de los 87 diputados que apoyaron el veto presidencial y criticó la forma en que el costo de la cena se utilizó como símbolo de la desconexión entre los legisladores y las necesidades de los jubilados.