Maschwitz: el conmovedor testimonio de una madre tras el plan de tiroteo en una escuela

Una de las madres de los estudiantes que asisten a la Escuela Media N°4, ubicada en Ingeniero Maschwitz, brindó su testimonio tras revelarse que un grupo de alumnos estaba organizando un ataque armado a través de un grupo de WhatsApp. La mujer denunció públicamente que el colegio no actuó conforme a la gravedad del caso, ya que no realizó la denuncia correspondiente ante las autoridades.

Durante una conversación con los medios reunidos en la entrada del establecimiento educativo, Valeria –así se identificó– explicó que acudió a la institución junto a su hijo, quien había sido designado como delegado. “Traje a mi hijo, que fue elegido delegado, a una reunión que convocaron desde el colegio. Vine a acompañarlo porque no pienso mandarlo hasta que esto no se resuelva. En el mensaje era obligatorio venir a la reunión por todo esto que está pasando. Después de esto no lo voy a traer, no tenemos solución”, expresó con firmeza, manifestando su profunda preocupación.

Más adelante, la madre detalló cómo se desarrollaron los hechos en el colegio y su intervención directa al momento de denunciar la situación. “Estuve todo el día en el colegio y fui yo quien hizo la denuncia. En la reunión que tuvimos durante la tarde del jueves le consultamos a los directivos si había denuncia, pero no querían mostrarla. En la comisaría nos mostraron que la directora no había hecho la denuncia, así que la hicimos en ese momento. Mi hijo tiene miedo, no quería venir al colegio”, relató Valeria, haciendo énfasis en la desprotección que sintió frente a la falta de acción institucional.

Según explicó, los estudiantes involucrados ya fueron identificados y se los acusa de haber lanzado amenazas con armas. No obstante, indicó que aún no se ha divulgado la identidad de los implicados, ni siquiera entre la comunidad escolar. “La cabecilla circulaba la foto ayer. Los directivos se sienten amenazados por los padres de los que están haciendo esto. Ni siquiera sé quiénes son los chicos ni los padres”, comentó, denunciando el clima de temor e incertidumbre.

Si bien se informó públicamente que los alumnos serían suspendidos por un período de cuatro meses, Valeria aseguró que durante la reunión mantenida con las autoridades se les comunicó que la sanción sería mucho más leve. “Tienen que tomar medidas porque en los chats decían que si no lo hacían ahora, lo iban a hacer más adelante. Entendemos el derecho a estudiar, pero en este colegio no tienen que estar más, les exigimos que los echen”, reclamó, indignada.

La alarma sobre este episodio surgió cuando padres de estudiantes detectaron, entre los mensajes de un grupo de WhatsApp, que varios menores estaban ideando una masacre escolar. El contenido de las conversaciones generó conmoción por su nivel de detalle y violencia. Uno de los mensajes leía: “Persona que ven, persona a la que le disparan, no se elige”. Otro, aún más perturbador, indicaba: “Después de que matemos a los demás, hacemos un recorrido por la escuela para ver si quedó alguien con vida”.

Las investigaciones revelaron que el grupo había sido creado por una estudiante identificada como Mai, quien además compartía mensajes donde se hablaba de las armas a utilizar. En uno de ellos se podía leer: “La Uzi calibre .22, es corta y entra en la mochila. Hay que disparar en forma de ráfaga”.

Algunos de los padres que leyeron estos mensajes decidieron actuar de inmediato, alertando a la dirección de la escuela. El caso tomó estado público y fue cubierto por diversos medios. El periodista Adrián Salonia, en un informe para C5N, describió la situación de la comunidad local: “Todo es consternación, pero también incertidumbre de lo que puedan pasar en las próximas horas. Los padres están pidiendo explicaciones”.

En respuesta a los interrogantes y ante la presión social, desde la institución se comunicó que Mai, la alumna señalada como iniciadora del grupo, padece problemas de salud mental, lo que –según argumentaron– explicaría su accionar. “Tiene problemas vinculados a trastornos mentales, esta fue la explicación que le dio la dirección del colegio. Este hecho no se iba a concretar nunca”, añadieron.

Los mensajes intercambiados entre los estudiantes no dejaban dudas sobre la seriedad del plan. En uno de ellos, Mai explicaba a los demás cómo se haría con las armas: “Que las armas las iba a conseguir por parte del padrastro. Se hizo un allanamiento en la casa de Mai y no se encontró ningún arma”, según detalló el periodista Salonia.

Además, otro de los textos difundidos mostraba una inquietante organización del ataque: “Bueno. Básicamente lo que vamos a hacer es un tiroteo. Ya tengo las armas porque mi padrastro las tiene. Tenemos que ir al colegio, en este caso, al mío. La pregunta es: ustedes quieren hacerlo? Quieren hacerlo a esta edad o cuándo sean un poco más grandes?”

Finalmente, se informó que los menores identificados en esta trama tienen entre 13 y 15 años de edad, y ya están bajo seguimiento de las autoridades correspondientes.