Enclaustrado en la Alcaidía N°3 de Melchor Romero, Máximo Thomsen, condenado a prisión perpetua por el brutal asesinato de Fernando Báez Sosa en enero de 2020 en Villa Gesell, rompió su prolongado mutismo para ofrecer su versión de los eventos desde el confinamiento.
En un diálogo que se extendió casi por dos horas con el periodista Rolando Barbano, Thomsen, de 22 años, derramó lágrimas ante la cámara, señaló a sus compañeros y expresó sus plegarias por la víctima.
El joven, junto con Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Luciano Pertossi y Matías Benicelli, cumpliendo condena por homicidio doblemente agravado y lesiones leves, concedió esta entrevista que será emitida por Telenoche en El Trece.
Thomsen, en colaboración con su nuevo abogado, Francisco Oneto, ex candidato a vicegobernador de La Libertad Avanza, aspira a revertir la sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Dolores, que lo señaló como líder del grupo y autor de la patada fatal a Báez Sosa.
Se adelantó que durante la entrevista, Thomsen lloró en tres ocasiones, rememoró la planificación del viaje a Villa Gesell con sus amigos y abordó su papel en el trágico asesinato de Báez Sosa fuera del boliche Le Brique.
Manifestó que esta entrevista representó un desahogo importante para él, tras cuatro años de espera. A principios de año, Thomsen y Benicelli decidieron apartarse de su abogado original, Hugo Tomei, y buscar apelar ante la Corte Suprema de Justicia bonaerense tras la confirmación de las penas por parte de la Cámara de Casación Penal.
El cambio de estrategia se produjo tras la confirmación de las penas, y ahora, con nuevos abogados, buscan desafiar la premeditación que fundamenta la perpetua. Argumentan que la decisión de Tomei de no permitirles declarar complicó la situación del grupo condenado.
La nueva defensa busca un nuevo juicio donde los acusados puedan expresarse. Una semana después de romper el pacto de silencio, Thomsen criticó nuevamente a su antiguo abogado y solicitó un nuevo juicio a través de un recurso extraordinario presentado ante la Corte Suprema de Justicia Bonaerense.
En el documento, Thomsen aseguró que la defensa de Tomei no representó adecuadamente sus intereses individuales ni los del resto del grupo, pidiendo la nulidad del proceso y un nuevo juicio.
Thomsen negó la existencia de un plan premeditado para matar a Fernando y sostuvo que nunca fue filmado golpeando a la víctima. Alega que el altercado dentro del local bailable no lo involucró directamente, sino a otro de los condenados, Blas Cinalli.
Afirma que la pelea comenzó fuera del local, luego de un intercambio de palabras y gestos entre ambos grupos, culminando en el fatal desenlace. No obstante, una pericia policial encontró el rastro de su zapatilla en el rostro de Fernando, junto con la presencia de su sangre en el calzado.