Este jueves a las 17 horas, el presidente Javier Milei encabezará en la Casa Rosada una importante reunión con el gobernador tucumano Osvaldo Jaldo y otros 16 mandatarios provinciales “dialoguistas”, en lo que se perfila como un gesto político clave para recomponer la relación entre el Gobierno nacional y las provincias tras meses de tensión. El encuentro, considerado una de las primeras señales de consenso luego de las elecciones legislativas del domingo pasado, busca trazar un nuevo camino de cooperación institucional.
La convocatoria fue impulsada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro del Interior, Lisandro Catalán, quienes iniciaron contactos con los gobernadores desde comienzos de la semana. La cita tendrá lugar en el Salón Norte de la Casa Rosada, donde también estarán presentes el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y otros funcionarios de alto rango del Poder Ejecutivo.
“Convoca el Presidente”, confirmó un vocero de una de las provincias del Litoral, dejando en claro que será el propio Milei quien encabece la jornada de diálogo político. La intención oficial es escuchar las inquietudes de los gobernadores, presentar propuestas concretas y delinear una agenda común que sirva para destrabar conflictos y mejorar la coordinación federal. El Gobierno busca así dejar atrás la etapa de enfrentamientos con los mandatarios, marcada por los vetos presidenciales a leyes sobre financiamiento educativo, emergencias sanitarias y fondos para la discapacidad, que habían tensado al máximo la relación con varias administraciones provinciales.
Desde el entorno presidencial estiman que entre 15 y 17 gobernadores confirmarán su asistencia. Entre los primeros en aceptar la invitación figuran Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco), Claudio Poggi (San Luis), Jorge Macri (Ciudad de Buenos Aires) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe), además de Jaldo. También fueron convocados Raúl Jalil (Catamarca), Rolando Figueroa (Neuquén), Carlos Sadir (Jujuy) y Alberto Weretilneck (Río Negro). En cambio, Axel Kicillof (Buenos Aires) y otros dirigentes alineados con el kirchnerismo quedaron fuera de la lista, en línea con la división que el propio Milei traza entre “aliados reformistas” y “oposición dura”.
Durante la cumbre se abordarán tres ejes principales de discusión:
- Presupuesto 2026, actualmente en debate en la Cámara de Diputados.
- Reformas estructurales, especialmente en los ámbitos laboral y tributario, que el Gobierno pretende tratar durante las sesiones extraordinarias.
- Distribución de recursos y coordinación fiscal, que incluirá temas como los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), el impuesto a los combustibles y los aportes previsionales a las cajas jubilatorias no transferidas.
Los gobernadores aprovecharán el encuentro para plantear reclamos vinculados a obras públicas paralizadas y otros temas que permanecen sin resolución. En paralelo, Milei buscará consolidar una imagen de apertura y diálogo, intentando bajar el tono del enfrentamiento con las provincias. “No tengo problema con ninguno de los gobernadores. Estoy dispuesto a sentarme con todos. Muchos me escribieron para felicitarme. Hay toda una parafernalia fantasmagórica que no existe”, expresó el mandatario, intentando relativizar las tensiones previas.
Para los mandatarios provinciales, la presencia de Caputo será uno de los puntos más relevantes, dado que el titular del Palacio de Hacienda tiene la última palabra en materia presupuestaria y de transferencias de fondos. Uno de los gobernadores invitados ironizó: “Antes negociaban Francos o Catalán y nos hacían dejar la billetera antes de entrar”, dejando entrever que la intervención directa del ministro podría agilizar acuerdos financieros.
Expectativas y significado político
Si el encuentro se desarrolla según lo planeado, el Gobierno espera que se abra una nueva etapa de cooperación entre Nación y provincias, con mesas técnicas que permitan afinar detalles sobre las reformas estructurales y los pactos fiscales. Desde la Casa Rosada consideran que sumar el apoyo de los gobernadores moderados será clave para garantizar gobernabilidad en el Congreso y avanzar con el paquete de reformas que Milei busca implementar en los próximos meses.
El encuentro con Jaldo y los demás mandatarios no será solo una reunión institucional, sino también una señal política: la primera imagen de unidad y diálogo tras las elecciones. Para el oficialismo, la jornada de este jueves marcará el inicio de una nueva fase, en la que el presidente intentará combinar el impulso reformista con una mayor capacidad de negociación para sostener su proyecto de transformación nacional.
