La esposa de Rafael Horacio Moreno, un policía retirado de 74 años, quien mató a su vecino de un disparo en Lomas del Mirador tras una discusión por el volumen de la música, protagonizó un tenso enfrentamiento con los familiares de la víctima. Estos la acusaron de difundir falsedades sobre el fallecido con el fin de justificar el comportamiento de su esposo.
Desde la puerta de su hogar, Liliana, identificada como su esposa, ofreció una versión distinta a la de su marido en una entrevista con periodistas. Negó que la discusión haya surgido por el volumen alto de la música, como se había informado, y afirmó que lo que realmente sucedió fue que «uno de los chicos tenía un arma». Sin embargo, no especificó si el portador del arma era la víctima, Sergio David Díaz, quien según ella, «estaba en el medio del tumulto».
Liliana también alegó que el grupo de personas había intentado robar una reja de la casa vecina, lo que habría provocado que Moreno saliera a confrontarlos. En cuanto al arma, explicó que la misma «estaba guardada» y que no vio cuándo el hombre la tomó. “Si la hubiera visto, le hubiera dicho: ‘¿Para qué la llevas si son chicos?'», expresó, aclarando que ella no habría disparado en tal situación.
En defensa de su esposo, Liliana negó que Moreno hubiera tenido otros episodios de violencia hacia ella, su familia o los vecinos, asegurando que «no es esa clase de persona». No obstante, cuando se le preguntó si creía en la inocencia de su marido, su respuesta fue ambigua: “No sé si es inocente, él disparó”.
La mujer también se mostró reacia a disculparse con la familia de Díaz. Afirmó que no sentía la necesidad de pedir perdón, y remarcó que era Rafael quien debía disculparse, ya que ella «no apretó el gatillo». “Yo me hago responsable de lo que hago yo. Yo no hubiera disparado», insistió.
Durante la entrevista, dos familiares de la víctima llegaron a la puerta de su casa y comenzaron a acusarla de «mentirosa». Liliana reaccionó de forma vehemente, contestando con un “¿Por qué no me dejás de joder? Dejate de joder. Estás loca”. La prima de Díaz, Karina, le gritó desde la vereda: «No tenés perdón de Dios. Vos también la vas a pagar, porque mataron a mi primo y dejaron a una familia sin el padre».
Karina también le reprochó que no conociera a su primo para hablar de él y le advirtió que debería «lavarse la boca antes de hablar de mi familia», destacando que ellos no mentían, y que tenían pruebas en forma de cámaras de seguridad. En ese momento, Liliana se retiró hacia el interior de su casa y, mientras lo hacía, les mostró un gesto ofensivo. Karina, visiblemente molesta, concluyó su intervención afirmando que tanto Rafael como Liliana eran personas problemáticas: “Él es un demente y ella es otra demente más. Tenían problemas con todo el mundo, todo les molestaba”, sentenció.
