Durante el carnaval celebrado en la localidad de Roberts, perteneciente al partido de Lincoln, Buenos Aires, una imagen que se viralizó en redes sociales desató un fuerte rechazo por parte de la comunidad y diversas organizaciones. En la fotografía, se observa a tres jóvenes disfrazados y con el rostro cubierto desfilando en un Fiat pintado en verde y blanco. Lo que causó mayor indignación fueron los mensajes escritos en el vehículo, los cuales contenían frases que hacían apología a la pedofilia, tales como: «Aguante las menores», «Si hay pelito, no hay delito» y «2 besitos porque 3 se me para». Este hecho generó una amplia condena en redes sociales y declaraciones de repudio por parte de diferentes colectivos.

Entre las primeras reacciones, el grupo Mujeres Empoderadas Lincoln emitió un comunicado en el que calificaron el incidente como un retroceso significativo en la lucha por los derechos de niñas, niños, adolescentes, mujeres y disidencias. Según señalaron, “estos actos refuerzan comportamientos inaceptables en torno a un tema tan sensible como el abuso sexual infantil”, instando a la sociedad a reflexionar y actuar con responsabilidad.
Frente a la controversia, la Municipalidad de Lincoln, a través de la Delegación del Carnaval de Roberts, expresó su rechazo hacia las manifestaciones de los jóvenes involucrados, quienes, según se informó, también serían menores de edad. En un comunicado oficial, las autoridades remarcaron que la organización del carnaval no restringe la participación ni censura las expresiones de los participantes, dado que se trata de un evento popular pensado para ser una celebración inclusiva, festiva y armoniosa.

Asimismo, desde el Municipio recordaron los avances realizados en el Carnaval Artesanal de Lincoln en materia de derechos humanos, respeto a la diversidad sexual y de género, y el reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad. En ese sentido, el comunicado subrayó que cada nueva edición de esta festividad debe estar orientada a erradicar conductas machistas, violentas y ofensivas que perpetúan estereotipos de género y marginan a las minorías.
En medio de la polémica, uno de los jóvenes involucrados publicó un mensaje en su cuenta de Facebook para intentar justificar lo sucedido. En su descargo, afirmó que lo ocurrido fue una «broma» y que la intención nunca fue ofender. Según explicó, el auto utilizado en el desfile fue adquirido entre amigos exclusivamente para participar en el carnaval. “Hola, pido disculpas si se ofendió o algo, pero esto es lo que en los pueblitos llamamos corsos. Es para divertirnos nosotros y a quienes nos miran. Todo lo hicimos en broma, como cualquiera haría si compra un auto con sus amigos para los corsos”, expresó en su publicación.

No obstante, las explicaciones ofrecidas no lograron apaciguar las críticas, ya que muchas voces señalaron que este tipo de acciones no pueden ser tomadas a la ligera, especialmente cuando contribuyen a banalizar un problema tan grave como el abuso sexual infantil. El incidente continúa generando repercusiones y reavivando el debate sobre la importancia de establecer límites claros en torno al respeto y la sensibilidad en eventos públicos.