Mauricio Schiber fue una de las víctimas mortales del atentado contra la AMIA, desafortunadamente, como responsable de la seguridad en la organización. Durante el acto conmemorativo por los 30 años de aquel ataque terrorista, el presidente Javier Milei mostró una fotografía de Schiber.
Mauricio Schiber, la víctima del atentado a la AMIA.
Schiber trabajaba de lunes a viernes vigilando el lugar. A las cinco de la tarde, solía encontrarse con su esposa Raquel después de salir de la AMIA, tomaban juntos el autobús número 99 y alquilaban una película para ver en video por la noche. Era conocido por preferir quedarse en casa los fines de semana en lugar de salir.
Días antes del atentado, Schiber se había lesionado una pierna, lo que llevó a su familia a sugerirle que no fuera a trabajar el lunes siguiente. Sin embargo, él insistió en que aplicando hielo, la hinchazón disminuiría. El domingo 17 de julio de 1994, su hijo y sus nietos fueron a su casa para ver juntos la final del Mundial, marcando el último día que compartieron juntos.