Rastro de imágenes llevó a los investigadores a los cuerpos mutilados de las tres jóvenes desaparecidas en La Matanza

La investigación por la desaparición de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez —las tres jóvenes vistas por última vez en La Matanza— llegó este miércoles a un trágico desenlace. Las chicas fueron encontradas asesinadas y descuartizadas dentro de una vivienda ubicada en la zona de Villa Vatteone, en Florencio Varela. El hallazgo se produjo tras un allanamiento realizado por la DDI de La Matanza de la Policía Bonaerense, que había llegado hasta allí siguiendo una serie de indicios claves.

Una de las pistas que permitió orientar el operativo fue la señal del teléfono celular de una de las víctimas, que impactó en una antena cercana a ese barrio. El otro elemento crucial fue el seguimiento del recorrido de una camioneta blanca, registrada por cámaras de seguridad, en la que se las había visto subir en la rotonda de La Tablada, la última imagen con vida de las tres amigas.

El vehículo en cuestión era una Chevrolet Tracker con patente adulterada. Con el apoyo de la Policía de la Ciudad y el análisis de las cámaras municipales, los investigadores confirmaron que las chicas habían cruzado la avenida General Paz y se dirigieron hacia el sur del Conurbano bonaerense. El fiscal Gastón Dupláa, a cargo del caso, logró reconstruir un trayecto de aproximadamente 30 kilómetros, hasta llegar a Florencio Varela, donde finalmente se encontraron los cuerpos mutilados.

Cuando la policía ingresó al domicilio sospechoso, notó un fuerte olor a lavandina, indicio de un intento de borrar pruebas. Dentro de la vivienda había dos personas que estaban limpiando el lugar. Allí se hallaron rastros de sangre, que rápidamente reforzaron la hipótesis de que se trataba de la escena del crimen. Poco después, la camioneta investigada apareció incendiada y fue trasladada al depósito municipal de Florencio Varela.

La confirmación de la identidad de las víctimas fue comunicada a la prensa por Antonio, abuelo de Morena y Brenda, quien con profundo dolor expresó: “Son pocas palabras las que me salen en este momento. Pasó el desenlace que no queríamos, pero también nos íbamos a preocupar si no las veíamos más. Si se las llevaban a otro lugar, como lo que pasó con Loan, que no aparece. Pero bueno, es lo que nos tocó vivir a nuestra familia. Los investigadores nos confirmaron que sí, son ellas”.

Hasta ahora, cuatro personas fueron detenidas por el hecho. Entre los arrestados se encuentra una pareja de nacionalidad peruana, capturada en un hotel alojamiento de la zona, que sería propietaria de la vivienda allanada. Además, las dos personas halladas limpiando el lugar también quedaron vinculadas al caso, ya que habrían intentado eliminar evidencias.

De acuerdo con las primeras hipótesis policiales, los crímenes podrían haberse cometido en el marco de una fiesta organizada por una banda ligada al narcotráfico de la Villa 1-11-14, en el Bajo Flores, ya que los celulares de las víctimas también marcaron actividad en esa zona. Brenda y Morena tenían apenas 20 años, mientras que Lara era la más joven, con solo 15.

En medio del desconsuelo, Antonio, abuelo de las chicas, señaló que ahora esperan los resultados de las autopsias y explicó la difícil situación emocional que atraviesa la familia: “Ahora lo que sigue es una autopsia y nosotros nos reuniremos para ver qué es lo que hacemos. Ese es el gran drama que estamos atravesando ahora. Ella (su esposa) es una mujer que yo sé que si la descuidamos, capaz hace cualquier cosa”.