Durante la madrugada del viernes se desplegó un amplio y riguroso operativo de seguridad en los alrededores del domicilio de Cristina Fernández de Kirchner, ubicado en el barrio porteño de Constitución. Esta acción tuvo lugar como parte de las medidas vinculadas a la situación judicial de la exmandataria, quien actualmente cumple una condena bajo la modalidad de prisión domiciliaria en su departamento de la calle San José.
Pasada la medianoche, personal de la Policía Federal Argentina se hizo presente en la intersección de las calles San José y Humberto Primo, donde comenzó la instalación de un perímetro de seguridad mediante vallas metálicas. La zona fue completamente cercada, y el dispositivo incluyó al menos seis efectivos policiales equipados con escudos, además de otros dos agentes adicionales que permanecieron custodiando los accesos. Según describió en una transmisión televisiva en vivo el cronista Alejandro Moreira, también había apostadas cuatro camionetas oficiales con personal en su interior, en una clara señal de refuerzo del resguardo del lugar.
Simultáneamente, durante el transcurso de la madrugada, se procedió al retiro de carteles, pasacalles y pancartas que habían sido colocados en la zona por seguidores de la expresidenta. Esta tarea fue llevada adelante por trabajadores de limpieza del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y se realizó de forma coordinada con las fuerzas de seguridad desplegadas en el operativo. El procedimiento incluyó la remoción de elementos de apoyo y consignas militantes, con el objetivo de despejar completamente los alrededores del edificio.
A medida que avanzó la mañana, comenzaron a acercarse al lugar militantes, agrupaciones políticas y ciudadanos afines al espacio político de la expresidenta, con el fin de expresarle su respaldo y acompañamiento. Según relató Moreira, estas expresiones de apoyo fueron protagonizadas por personas que suelen estar presentes de forma continua acompañando a Cristina Kirchner. Además, se anticipó que a las 17 horas se desarrollará una convocatoria masiva bajo la modalidad de «banderazo nacional», con una doble consigna: homenajear al prócer Manuel Belgrano y mostrar solidaridad con la expresidenta, a quien se la ha vinculado simbólicamente con el legado del creador de la bandera argentina.
En este contexto, las autoridades dispusieron que el dispositivo de seguridad se mantenga activo durante toda la jornada, en previsión de posibles concentraciones masivas y en un clima político marcado por la tensión creciente. Las medidas buscan garantizar el orden público en una zona que se ha transformado en epicentro de manifestaciones y actividades políticas desde que se conoció la decisión judicial que afecta a Cristina Fernández de Kirchner.
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