La historia de Silvia, una madre soltera de Salta, expone una situación desesperante. En diálogo con Que Pasa a la Noche, relató que la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) le suspendió la pensión a su hija de 30 años, quien nació con retraso mental y sufre de epilepsia.
La mujer aseguró que esa pensión era la única ayuda económica que recibían para poder subsistir. Ahora, sin ese ingreso, no sabe cómo pagar el alquiler ni cubrir los gastos básicos de alimentación y atención médica.
«Mi hija es discapacitada de nacimiento, tiene retraso mental y sufre de epilepsia. Me doy con que no cobra más. Fui al ANDIS y me trataron mal, me dijeron que debía presentar toda la documentación como si fuera la primera vez. Nunca me llegó una notificación de que iba a perder la pensión», denunció con angustia.
La madre, visiblemente afectada, contó que incluso recibió respuestas hirientes de parte de los empleados: «Mamita, tendrías que haber acordado antes». Frente a esto, replicó: «No me digas así. Mi hija tiene 30 años pero tiene la mente de una nena de 12 porque no sabe leer ni escribir. Yo tengo el certificado médico oficial desde 2022».
Silvia explicó que actualmente vive de alquiler y que muchas veces depende de la ayuda de su casera para poder comer. «Hoy la dueña nos dio de comer. Es la única ayuda que recibimos, además de la poca plata que me pasa el papá de mi hija», sostuvo entre lágrimas.
Además, contó que tiene turnos médicos programados para su hija: uno con la neuróloga el próximo 26 de septiembre y sesiones de psicología que forman parte del tratamiento. Sin embargo, teme no poder costear los gastos de traslado y medicación sin la pensión.
La mujer pidió públicamente que se restituya de manera urgente la pensión por discapacidad que le corresponde a su hija. «Me da mucha bronca que se metan con los discapacitados. Yo solo quiero lo que le corresponde a mi hija para poder salir adelante», expresó.
