A partir del mes de mayo, Argentina contará con una versión de producción local de la semaglutida inyectable, un medicamento altamente demandado en el tratamiento de la diabetes tipo 2. Este nuevo fármaco será comercializado bajo el nombre Dutide y es desarrollado por el laboratorio argentino Elea. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) ya dio luz verde a su comercialización, y uno de los aspectos más destacados es su costo significativamente inferior al del producto importado: se estima que tendrá un precio un 80% más bajo que el medicamento comercializado bajo el nombre de Ozempic.
Durante una entrevista el doctor Guillermo Capuya (M.N. 65.404) explicó que alrededor del 10% de la población argentina padece diabetes. Según detalló, la gran mayoría de los casos corresponden a la diabetes tipo 2, una enfermedad que está fuertemente asociada con hábitos de vida poco saludables, como una dieta inadecuada y la falta de actividad física. En ese contexto, la semaglutida ofrece una ayuda significativa: permite a los pacientes reducir su ingesta de alimentos, contribuyendo a evitar el empeoramiento de su condición.
Capuya explicó cómo actúa este tipo de medicamento: “Cuando comemos, el organismo libera una hormona que produce una sensación de saciedad. Estos fármacos actúan prolongando ese efecto hormonal, haciendo que la persona sienta saciedad por más tiempo y, en consecuencia, coma menos”.
El nuevo producto nacional se presentará en formato de lapicera autoinyectable, equipada con una aguja descartable de tan solo 4 milímetros. Este dispositivo permite ajustar la dosis administrada, que puede ser de 0,25 o 0,5 miligramos, y debe aplicarse una vez por semana en la zona del abdomen, cerca del ombligo.
A pesar de sus beneficios, el medicamento no está exento de controversias. Si bien se ha hecho popular por su supuesto efecto en la pérdida de peso, lo cierto es que la semaglutida no cuenta con aprobación oficial para ser utilizada como tratamiento para la obesidad. Aun así, muchos médicos han comenzado a recetar el producto Ozempic con ese fin, aunque esa indicación no figure en el prospecto del medicamento.
Cabe recordar que el laboratorio Elea ya había desarrollado previamente una versión de semaglutida en comprimidos orales, pensada para tomarse diariamente, aunque esa formulación aún no había estado disponible en el país.
En cuanto al precio, la variante nacional inyectable de semaglutida —presentada en un kit que contiene cuatro jeringas precargadas, suficientes para un mes de tratamiento— tendrá un valor estimado de $128.400. Esta cifra representa una diferencia económica muy significativa frente a la versión importada, cuyo precio supera los $653.000, lo que convierte a la producción local en una alternativa mucho más accesible para los pacientes argentinos.
