El Hospital Interzonal Dr. José Penna de Bahía Blanca vivió una situación crítica el pasado jueves debido a las intensas lluvias que azotaron la ciudad, dejando más de 200 milímetros de agua en menos de cuatro horas. La fuerte tormenta causó una gran inundación dentro del hospital, afectando especialmente la zona de neonatología, donde las enfermeras tuvieron que evacuar a varios bebés, muchos de ellos aún conectados a sus sueros. Las imágenes de la evacuación, que mostraban a personal médico trasladando a los recién nacidos mientras el agua cubría el piso de la sala, rápidamente se viralizaron en las redes sociales.
Por odio votas a un tipo que dice que el cambio climático no existe, que al estado hay que destruirlo, que cada persona debe arreglarse sola, que las fuerzas del cielo y que viva la libertad carajo.
— Soysonia (@Soysonia2) March 7, 2025
Y un día, estás en tu ciudad, Bahía Blanca,y te pasa esto a vos y a tu odio. pic.twitter.com/DPrWsE1DTC
Según el portal La Nueva, también se reportó que las ambulancias estacionadas en la cochera del hospital fueron afectadas por el agua. Los recién nacidos evacuados fueron trasladados a otros centros de salud, como el Hospital Municipal de Agudos Dr. Leónidas Lucero, así como a clínicas privadas. En el Hospital Lucero, la situación también se tornó complicada, aunque no hubo necesidad de evacuaciones, a diferencia del Hospital Penna. José Linares, portavoz del Hospital Lucero, comentó que a pesar de que no se produjeron riesgos graves para la vida, la situación seguía siendo compleja, y las cirugías programadas fueron suspendidas.

El impacto de las lluvias fue tan severo que las calles de Bahía Blanca quedaron inundadas, lo que llevó a las autoridades municipales a suspender el transporte público y recomendar a la población que permaneciera en sus hogares. Además, se evacuaron a unas 40 familias, y los centros de salud enfrentaron dificultades debido a filtraciones de agua, lo que afectó la atención médica. Desde el municipio, se confirmó que el colapso de la infraestructura de la ciudad había complicado enormemente los servicios de salud.
En medio de este caos, el municipio emitió un informe en el que se detallaba la magnitud de las lluvias, indicando que las precipitaciones aún continuarían durante varias horas, con la posibilidad de que se acumularan entre 50 y 100 milímetros más de lluvia. Además, se solicitó a la empresa eléctrica local, EDES, que realizara cortes preventivos en varias zonas de la ciudad. La situación fue tan grave que el Sistema Nacional para la Gestión Integral del Riesgo (Sinagir) envió fuerzas federales para ayudar en las labores de mitigación y apoyo a los afectados.
El pronóstico del tiempo para el viernes 7 de marzo indicaba que las tormentas continuarían, con vientos del norte de entre 13 y 22 km/h y una alta humedad del 96%. La alerta roja por tormentas seguía vigente, y se esperaba que las lluvias alcanzaran hasta 100 milímetros más en las horas siguientes. Aunque la temperatura rondaría los 21 grados por la mañana, hacia la tarde se elevaría a unos 30 grados, mientras que por la noche la temperatura bajaría a 20 grados, con vientos del sudoeste de entre 23 y 31 km/h.
