La AFIP está experimentando cambios en su estructura, con presiones externas por cambios y la participación del PRO. La titular del organismo, Florencia Misrahi, necesitó ser confirmada por su superior, el ministro de Economía, Luis Caputo. Por otro lado, la ex titular de la Aduana, Rosana Lodovico, fue degradada por no poder explicar completamente una denuncia en la Justicia. A estos desafíos se suma el gremio de la AEFIP, liderado por Pablo Flores, quien declaró un estado de asamblea y denunció «dilaciones injustificadas» en la paritaria.
La Mesa Directiva Nacional convocó a un plenario de secretarios generales de todas las seccionales para determinar los próximos pasos. En un comunicado oficial, el gremio expresó que la actitud de la empleadora en la paritaria dificulta el diálogo y criticó a Misrahi por las dilaciones en la negociación salarial.
Sin embargo, el reclamo por condiciones laborales justas parece haberse transformado en una asamblea política, donde se discuten ideas que desafían las instituciones y la elección popular que llevó a Javier Milei a la presidencia. Pablo Flores y su comisión directiva aplaudieron un discurso golpista de uno de los delegados, quien instó a derrocar al gobierno con acciones contundentes, incluido el paro.
“…Y bueno,que la conducción actúe en consecuencia y, para eso, vamos a estar nosotros porque queremos modificar y luchar contra esto, que es darle más continuidad a las medidas como el paro y seguir para que sea efectivo, porque este gobierno hay que tumbarlo, hay que tumbarlo con la acción, hay que tumbarlo como sea, porque viene contra nosotros y está traído contra la democracia. Nada más, compañeros, gracias”, dijo uno de los delegados.
Esta situación muestra el lado más autoritario del sindicalismo, que parece despreciar el voto popular y la democracia.