Durante una reciente aparición pública, el presidente Javier Milei protagonizó un momento tenso cuando se dispuso a saludar a un grupo de personas, entre ellos estudiantes y familias, que se habían congregado en las inmediaciones de la Casa Rosada. En medio del intercambio cordial con los presentes, se produjo un inesperado incidente que alteró visiblemente el ánimo del mandatario.
Mientras el jefe de Estado se acercaba para saludar de manera distendida, uno de los asistentes le hizo un comentario que cambió de inmediato la expresión de su rostro. Con tono directo, el ciudadano le manifestó su descontento con la manera en que Milei estaría tratando a su compañera de fórmula, la vicepresidenta Victoria Villarruel. La escena fue relatada en el ciclo Mitre Informa Primero, donde detallaron: “Sorpresa para Milei cuando salió a saludar estudiantes y otras personas en la zona de ingreso de la Casa Rosada. Uno de ellos le dijo: ‘Presidente, no la trate mal a Villarruel, que a ella también la voté. Te lo digo en la cara, amigo’”.
A partir de ese momento, el ambiente cambió. Aunque el presidente no emitió respuesta alguna a la recriminación, fue evidente que el comentario lo descolocó, generando una tensión palpable en el lugar. Aun así, Milei optó por continuar con su actividad, saludando a otras personas que se iban acercando al notar su presencia. Finalmente, cuando se retiró, el mandatario lanzó su habitual consigna de cierre, “¡Viva la libertad, carajo!”, intentando restablecer la energía habitual de sus apariciones públicas.
Este episodio tiene lugar en un contexto más amplio de evidente fricción política entre el presidente y la vicepresidenta, el cual ha quedado expuesto en múltiples ocasiones, tanto en gestos institucionales como en declaraciones mediáticas. Uno de los hechos más recientes que avivó estas tensiones fue la ausencia de Victoria Villarruel en el acto central de la Sociedad Rural Argentina, un evento clave dentro del calendario político y económico del país.
Según trascendió desde su entorno más cercano, la vicepresidenta no pudo asistir debido a que desde la Casa Rosada no se habilitó el ingreso del equipo que la acompaña en sus actividades oficiales, ni tampoco se le asignó un lugar formal dentro del protocolo. Estas omisiones, señalaron, la obligaron a desistir de participar, dado que una figura de su jerarquía no puede presentarse sin contar con el encuadre protocolar correspondiente.
Desde su equipo aseguraron que esta exclusión no fue un error casual, sino parte de una serie de acciones que estarían destinadas a aislarla políticamente. La falta de presencia de Villarruel en la Rural se suma así a otros episodios recientes que han expuesto la creciente distancia entre ambos líderes del Ejecutivo. Cabe recordar que semanas atrás, el presidente Javier Milei responsabilizó públicamente a su vice por no haber impedido una sesión en el Senado que terminó en un revés legislativo para el oficialismo, aumentando la tensión entre ambos.
En este marco, el incómodo momento vivido por Milei frente a la Casa Rosada, donde un ciudadano lo confrontó por su trato hacia Villarruel, no hizo más que reflejar un malestar que comienza a extenderse más allá de las esferas políticas y que ahora también se manifiesta en las calles, en la voz de quienes, como el interlocutor del presidente, depositaron su voto de confianza en ambos dirigentes.
