Emanuel “Tucu” Perea, conocido ex futbolista y actualmente productor de cannabis medicinal, presentó una denuncia formal contra efectivos policiales tras el allanamiento que destruyó por completo su proyecto en El Mollar. La intervención se realizó en el marco de una investigación por un robo, pero terminó con la incautación de 87 plantas, junto con equipos de cultivo y otros elementos que la Policía calificó como parte de un “invernadero ilegal”. Aunque Perea no recibió imputaciones penales, su emprendimiento quedó completamente desmantelado, lo que generó un fuerte impacto económico y personal. Sus abogados sostienen que el operativo fue arbitrario y que se utilizaron pruebas manipuladas para justificar la irrupción.
Según detallaron las defensoras Candelaria Hernández y Candela Álamo, los policías habrían ingresado al domicilio sin la debida autorización, tomaron fotografías irregulares e incluso incorporaron capturas de Google como supuestas pruebas de que las plantas estaban en estado de floración, algo que Perea niega rotundamente. Por estas presuntas irregularidades, los abogados denunciaron a los efectivos por violación de domicilio, abuso de autoridad, falsedad ideológica y estafa procesal. Hasta el momento, el Ministerio Público no informó avances en la causa. Desde el Ministerio de Seguridad provincial indicaron que abrirán actuaciones administrativas, aunque defendieron que el allanamiento contaba con aval judicial.
Perea manifestó sentirse devastado por la situación y destacó que su objetivo siempre fue contribuir a la salud de los pacientes. “Lo único que pretendía era ayudar a la gente y terminé envuelto en algo horrendo. Te quitan las ganas de todo”, señaló. El ex jugador, recordado por sus tres goles a Boca con la camiseta de All Boys, regresó a Tucumán hace cuatro meses tras capacitarse en cultivo de cannabis medicinal en Estados Unidos, con el fin de desarrollar un proyecto experimental registrado en Reprocann. La iniciativa estaba destinada a producir distintas variedades para análisis del INTA y para acompañar tratamientos de salud vinculados a su fundación.
La Policía detalló que, durante la búsqueda de elementos vinculados con el robo, encontraron un ambiente acondicionado con paneles LED, sistemas de ventilación, cámaras, macetas, fertilizantes y 87 plantas de cannabis. Señalaron que un productor habilitado puede tener un máximo de nueve plantas florecidas, ampliable únicamente si cultiva para terceros. Perea aclaró que ninguna de las plantas incautadas estaba florecida y que el proyecto tenía carácter experimental. El secuestro destruyó meses de trabajo, ocasionó daños en la vivienda y provocó la pérdida de una suma significativa de dinero.
Las defensoras criticaron con dureza el procedimiento policial. Álamo afirmó que, incluso en 2025, se siguen autorizando allanamientos basados en fotos falsas y actas amañadas, mientras que la Justicia convalida sin verificar los datos presentados por la Policía. Recordó que la Corte Suprema advirtió sobre estas prácticas en el fallo “Gargiulo”, pero aseguró que en Tucumán “se actúa como si no existiera”. Hernández agregó que lo ocurrido forma parte de un esquema naturalizado de armado de causas, en el que la Justicia termina legitimando procedimientos nulos.
En paralelo, el caso reavivó el debate sobre los controles policiales, el cumplimiento de los protocolos de Reprocann y los límites legales del cultivo de cannabis medicinal en la provincia, mientras continúan las investigaciones y las actuaciones administrativas anunciadas por las autoridades.