En la madrugada del 14 de abril, Andrés Esteban Sauma fue alertado por un vecino sobre ruidos en una de sus propiedades deshabitadas, situada en la esquina del pasaje Morante al 2.300. Al llegar al lugar, observó a través de la puerta a Maximiliano Fernández en el interior y efectuó cuatro disparos con su revólver, resultando en la muerte de este último.
Inicialmente imputado por homicidio culposo, en una audiencia reciente, la Fiscalía de Homicidios II, a cargo de Carlos Sale, solicitó elevar la imputación a homicidio agravado por el uso de arma de fuego. Argumentaron que, a su parecer, no existían razones para creer que había otras personas presentes y que Sauma convocó a la policía antes de los disparos, por lo que no era necesario descender de su vehículo para disuadir cualquier posible agresión. Finalmente, el representante del Ministerio Público Fiscal pidió que el acusado continúe el proceso en libertad y que se mantenga un embargo de $4 millones durante dos meses más, solicitud que fue aceptada por la jueza.
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