La periodista tucumana que había denunciado por abuso sexual a tres exjugadores del club Vélez Sarsfield se vio envuelta en una situación extrema y desesperante, llegando a intentar quitarse la vida en dos ocasiones, tras la presentación de una contradenuncia por parte de uno de los acusados. En el primer episodio, la joven intentó arrojarse desde un primer piso, pero fue retenida a tiempo por un operario. Posteriormente, ingirió dos frascos de pastillas, siendo asistida por sus familiares. Actualmente se encuentra fuera de peligro, aunque permanece internada en un hospital local bajo vigilancia médica y acompañamiento psicológico.
Este crítico desenlace se produjo a un año y medio de los hechos denunciados inicialmente, cuando José Florentín, uno de los imputados, presentó ante la Justicia una contradenuncia alegando que la acusación original constituía una “falsa denuncia”. Los otros dos involucrados son Abiel Osorio y Braian Cufré.
El caso se conoció públicamente en marzo de 2024, cuando la periodista relató que había sostenido un intercambio de mensajes con el arquero Sebastián Sosa, quien la habría invitado a un hotel donde se alojaba la delegación de Vélez Sarsfield, tras el encuentro que el equipo tuvo en Tucumán ante Atlético Tucumán. Según el expediente, los cuatro futbolistas involucrados fueron imputados y, luego de permanecer un tiempo detenidos, recuperaron la libertad bajo la modalidad de prisión condicional.
En relación con la contradenuncia de José Florentín, esta se fundamentó en pericias realizadas sobre teléfonos celulares y apunta a responsabilizar a la periodista, a su padre, a los abogados querellantes Patricia Neme y Franco Venditti, al diputado nacional Carlos Cisneros, y a varios testigos. Según La Gaceta, la defensa de uno de los imputados acusó a estas personas de falso testimonio, estafa procesal y adulteración de documentos, entre otros delitos.
La fiscal Mariana Rivadeneira tomó la denuncia de Florentín y ordenó diversos allanamientos en estudios jurídicos y domicilios particulares. No obstante, se descartó la existencia de una asociación ilícita, y cualquier consecuencia derivada de esta contradenuncia deberá resolverse dentro del marco del expediente principal, que sigue en manos de la fiscal Adriana Reinoso Cuello y aún no tiene fecha de elevación a juicio oral.
Desde la querella, Patricia Neme calificó la contradenuncia como “una maniobra para desviar el foco del caso, que es de una violación en manada” y la consideró “absurda”, según consignó el medio local. Este episodio refleja la complejidad y la presión emocional que la denuncia y las acciones judiciales derivadas han generado en la periodista y su entorno.
