Zoe Robledo, la niña de tan solo 7 años que fue alcanzada por un disparo en la cabeza mientras jugaba en el patio de su hogar en San Miguel de Tucumán, falleció este viernes tras luchar por su vida desde el jueves por la tarde. Tras el ataque, la menor ingresó al Hospital Ángel C. Padilla con asistencia mecánica respiratoria, y desde el primer momento los médicos describieron su estado como “muy delicado y complejo”.
La familia de Zoe denunció que el trágico hecho no surgió de manera aislada, sino que forma parte de un contexto de violencia que venía desarrollándose desde antes: amenazas previas, una denuncia que la Justicia no atendió y un conflicto latente con una banda conocida en el barrio por el robo de motos.
El ataque
El jueves alrededor de las 16:30, cuatro individuos irrumpieron en la casa de la familia, situada en la calle Ricardo Rojas. Dos de ellos llegaron en motocicleta y los otros dos se acercaron a pie. Sin mediar palabra, comenzaron a disparar contra la propiedad mientras varios niños jugaban en el patio. Según las investigaciones, Alejandro Francisco Juárez, apodado “Chueco”, sería el autor de los disparos, mientras que otro de los atacantes grababa la escena con un teléfono móvil, lo que podría indicar que la acción tenía un componente intimidatorio hacia la familia.
Durante el tiroteo, Zoe recibió un disparo en la frente. Sus familiares la trasladaron de urgencia al Centro de Atención Primaria (CAP) de San Cayetano, pero debido a la gravedad de la herida fue derivada inmediatamente al Hospital de Niños, donde finalmente falleció.
Una denuncia ignorada y la represalia
En declaraciones a TN, la madre de Zoe, Claudia, sostuvo que el ataque estaba vinculado a una denuncia previa contra el clan Juárez, señalado por los vecinos como responsable de robos de motos en la zona. “Cuando fui a la policía a hacer la denuncia me dijeron que debía llevar un testigo, pero yo no tenía y les dije que fueran a ver la pared, pero no hicieron nada”, explicó.
Claudia consideró que el tiroteo fue una represalia directa por la información que sus familiares habían entregado a la policía sobre el robo de una moto. Además, indicó que los agresores ya tenían conflictos previos con sus cuñados y que el autor del disparo había estado involucrado anteriormente en un intento de homicidio durante un robo de moto, que milagrosamente no resultó fatal. Según la madre, el ataque fue deliberado y planificado, ejecutado mientras los niños jugaban, sin importar que estuvieran presentes.
Tras el hecho, en el barrio San Cayetano se produjeron incidentes: al menos tres casas vinculadas al clan Juárez fueron incendiadas, en lo que vecinos describieron como reacciones de bronca y miedo ante la banda que desde hace tiempo generaba violencia en la zona.
Investigación y detenciones
Por el crimen, la Justicia detuvo a cuatro personas: dos menores de 15 y 16 años, y dos jóvenes de 18 y 19, entre ellos Juárez, señalado como el autor material de los disparos. Fuentes policiales indicaron que todos los detenidos tienen antecedentes, y uno de ellos incluso contaba con una causa previa por intento de homicidio durante un robo de moto.
Tras una serie de allanamientos realizados en la madrugada del viernes, los sospechosos fueron arrestados y puestos a disposición judicial, mientras que los menores fueron trasladados a institutos especializados. La causa está a cargo de la Unidad Fiscal de Homicidios, que continuará con la audiencia de imputación y la autopsia del cuerpo de Zoe para esclarecer las circunstancias exactas de su muerte.
