Un allanamiento reciente en un barrio del norte de la capital tucumana ha dejado entrever la posible presencia de una red dedicada al cultivo de marihuana. La investigación, que podría ser un nuevo capítulo en la lucha contra el narcotráfico, comenzó tras una alerta de los vecinos del barrio Nueva Vida, quienes se mostraron preocupados por una casa con la puerta abierta y sin señales de sus habitantes. Ante la situación, agentes de la Dirección General de Drogas Peligrosas, dirigidos por el comisario Jorge Nacusse, se presentaron en el lugar.
Al ingresar a la vivienda, los oficiales encontraron una plantación de cannabis, por lo que decidieron retirarse y solicitar asesoramiento a la justicia federal. Tras obtener la autorización correspondiente y con testigos presentes, regresaron a la casa, donde descubrieron alrededor de 600 plantas de marihuana, de las cuales más de 200 alcanzaban los dos metros de altura, mientras que otras medían apenas 12 centímetros.
Los hallazgos en el lugar sugieren que la operación estaba dirigida por alguien con conocimientos especializados en el cultivo de cannabis. Según expertos, la cantidad de plantas podría haber permitido la producción de al menos 1.200 kilos de marihuana, una cifra notable considerando que el mayor decomiso de este año había sido de 160 kilos.
A pesar de la magnitud del hallazgo, hasta el lunes no se había presentado ningún cultivador autorizado para reclamar las plantas. Es importante resaltar que la legislación actual permite el cultivo de hasta nueve plantas florecidas para el consumo personal y la producción para otros, lo que agrega complejidad al caso. Sin embargo, la ausencia de un propietario o responsable del cultivo es inusual, ya que en situaciones similares siempre suele haber alguien que justifica su actividad.
Por el momento, los investigadores continúan en su labor de identificar a los responsables de la vivienda, lo que podría generar un impacto importante en la lucha contra el narcotráfico en la región.